Escrito por G.H.Hardy en 1940 y publicado por Capitán Swing Libros.
Al autor ya le he mencionado varias veces a lo largo del tiempo (entre ellas en los comentarios de los libros: "saltos cuánticos" y "matemáticas: una historia de amor y odio") y que sale en la película "El hombre que conocía el infinito" que narra la vida de Srinivasa Ramanuján, y obviamente, su relación con G.H Hardy y con J.E. Littlewood.
La versión que me he leído yo, es la que aparece en la portada, que es la que ha traducido Pedro Pacheco y tiene una introducción (de 24 páginas) de José Manuel Sánchez Ron, que a mi es una persona que me gusta bastante cómo escribe (de hecho, uno de sus libros, "cartas a Isaac Newton", me gustó bastante) y un prefacio de C.P.Snow de otras 33 páginas. De hecho, una vez que se leen las 57 páginas introductorias, casi, casi, ya nos hemos leído el libro, que son otras 81 páginas más.
Es un libro que, tal y como relata muy bien en la introducción Jose Manuel Sánchez Ron, y en el propio libro el autor, hay que verlo como escrito en los años 40, cerca del fallecimiento del autor y de ahí ese sentimiento melancólico a lo largo de toda la obra.
En el libro, el autor va exponiendo sus pensamientos, pero en capítulos muy pequeños, independientes unos de otros, por lo que se pueden ir leyendo a trozos (o todo seguido, en un par de tardes). No hay que buscar un hilo conductor, más allá del cerebro del que lo escribe, que siempre es curioso.
Está lleno de frases e ideas originales y de anécdotas, como que Hardy y Littlewood firmaron 93 artículos juntos (de hecho, Niels Bohr dijo que "en la actualidad existen tres grandes matemáticos ingleses: Hardy, Littlewood y Hardy-Lyttlewood"), como que "Arquímides será recordado, mientras que Esquilo cae en el olvido, porque los lenguajes mueren, pero las ideas matemáticas no" (luego él mismo comenta esta frase un poco más, pero no deja de ser curiosa).
Creo que merece la pena leerlo, aunque no nos enseñe nada sobre matemáticas, pero si nos introduce un poco en la forma de pensar de un gran matemático (por mucho que a lo largo del libro insista en que no es nadie).
Como siempre, copio un trocito:
"Nunca he hecho nada que se pueda considerar "útil". Ninguno de los descubrimientos que he hecho tiene posibilidades de provocar, directa o indirectamente, para bien o para mal, la más mínima diferencia en las comodidades de la gente. He ayudado a entrenar otros matemáticos, pero matemáticos de mi misma clase, y su trabajo ha sido, en lo referente a lo que les he enseñado, tan inútil como el mío propio. Si se juzga basándose en criterios prácticos, el valor de mi vida matemática es cero; y, de todas formas, más allá de las matemáticas, es insignificante. Solo tengo una oportunidad gracias a la cual poder escapar del veredicto de completa insignificancia, y es que sea juzgado por haber creado algo que valga la pena solo por el mero hecho de haber sido creado. Y es innegable que he creado algo, lo cuestionable es el valor de esa creación."
Clasificación:
Facilidad de lectura: 1 (hay un par de fórmulas nada más).
Opinión: 4 (pero recordando que no es un libro de divulgación al uso, son más unas "memorias")
En el libro, el autor va exponiendo sus pensamientos, pero en capítulos muy pequeños, independientes unos de otros, por lo que se pueden ir leyendo a trozos (o todo seguido, en un par de tardes). No hay que buscar un hilo conductor, más allá del cerebro del que lo escribe, que siempre es curioso.
Está lleno de frases e ideas originales y de anécdotas, como que Hardy y Littlewood firmaron 93 artículos juntos (de hecho, Niels Bohr dijo que "en la actualidad existen tres grandes matemáticos ingleses: Hardy, Littlewood y Hardy-Lyttlewood"), como que "Arquímides será recordado, mientras que Esquilo cae en el olvido, porque los lenguajes mueren, pero las ideas matemáticas no" (luego él mismo comenta esta frase un poco más, pero no deja de ser curiosa).
Creo que merece la pena leerlo, aunque no nos enseñe nada sobre matemáticas, pero si nos introduce un poco en la forma de pensar de un gran matemático (por mucho que a lo largo del libro insista en que no es nadie).
Como siempre, copio un trocito:
"Nunca he hecho nada que se pueda considerar "útil". Ninguno de los descubrimientos que he hecho tiene posibilidades de provocar, directa o indirectamente, para bien o para mal, la más mínima diferencia en las comodidades de la gente. He ayudado a entrenar otros matemáticos, pero matemáticos de mi misma clase, y su trabajo ha sido, en lo referente a lo que les he enseñado, tan inútil como el mío propio. Si se juzga basándose en criterios prácticos, el valor de mi vida matemática es cero; y, de todas formas, más allá de las matemáticas, es insignificante. Solo tengo una oportunidad gracias a la cual poder escapar del veredicto de completa insignificancia, y es que sea juzgado por haber creado algo que valga la pena solo por el mero hecho de haber sido creado. Y es innegable que he creado algo, lo cuestionable es el valor de esa creación."
Clasificación:
Facilidad de lectura: 1 (hay un par de fórmulas nada más).
Opinión: 4 (pero recordando que no es un libro de divulgación al uso, son más unas "memorias")
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