domingo, 25 de febrero de 2024

Relojes de Einstein, mapas de Poincaré













Escrito por Peter Galison y publicado por Editorial Crítica dentro de la colección Drakontos en 2005 (el original es del 2003).

Al autor no lo conocía, pero el libro lo habían mencionado en otro que me había leído con anterioridad y lo tenía apuntado para leérmelo, que es lo que he hecho. Peter Galison es catedrático de Historia de la Ciencia y la Física en la Universidad de Harvard y autor de varios libros de divulgación científica, lo que hacía que el libro resultase aún más atractivo, ya que, tanto Einstein como Poincaré, son historia (de la buena) de la ciencia.

Por resumir el libro con las palabras del autor: "mi esperanza al explorar la coordinación de relojes ha sido la de establecer el lugar de Poincaré y Einstein dentro de un universo de acciones donde se cruzaban los mecanismos y la metafísica", vamos, que narra la historia de como se fue fraguando la relatividad especial y el papel que jugaron en ella no sólo los famosos experimentos mentales de Einstein, sino la tecnología que se estaba desarrollando a nivel del ferrocarril, telégrafo y radio sobre todo para la sincronización de relojes (y la elaboración de mapas), porque, "para hablar del tiempo, de la simultaneidad a distancia, uno tiene que sincronizar sus relojes. Y si uno quiere sincronizar dos relojes, tiene que empezar con uno, enviar una señal al otro y corregir el tiempo que tarda en llegar la señal. ¿Qué podría ser más simple? Pero, con esta definición procedimental del tiempo, la última pieza del rompecabezas de la relatividad encajaba en su lugar, cambiando la física para siempre."

Por supuesto, nos cuenta bastante de la vida de los dos protagonistas, y comenta detalles interesantes, haciendo que veamos a Poincaré no sólo como filósofo, físico y matemático, sino también como ingeniero (que para algo era ingeniero de minas). Comenta bastantes de sus obras, como "La ciencia y la hipótesis" que escribió en 1902 (y que yo tengo pendiente de leerme) y como la leyó Einstein junto con su club de olímpicos (Maurice Solovine y Conrad Habicht) y les mantuvo despiertos durante semanas.

Al desarrollar la historia, nos habla de muchos asuntos, algunos conocidos, como la "contracción de Lorentz", el famoso "eter", que Einstein y Poincaré se encontraron finalmente, por primera y última vez, en la Conferencia Solvay celebrada en Bruselas en 1911, y las geometrías no euclídeas, y otros menos conocidos, como que Sophus Lie pretendía que "el progreso matemático se seguía del reconocimiento de que había siempre muchas maneras de representar conceptos matemáticos" y que el meridiano principal de Greenwich se fijó en la Conferencia Horaria Mundial de 1884 (no sin antes haberse librado una batalla dialéctica e intelectual entre los puntos de vista franceses y anglosajones, aunque al final se decidió sobre todo por un tema económico).

Un libro bien desarrollado, muy trabajado, con alguna parte que se puede hacer un poco pesada, pero necesaria para el desarrollo de la historia. Son 365 páginas que se leen muy bien y sin esfuerzo. Antes de copiar el párrafo habitual, me gustaría acabar el comentario con dos pensamientos que comenta en el libro:

  • "En cierto sentido -insistía Einstein más tarde- yo tengo como cierto que el pensamiento puro puede captar la realidad, como soñaron los antiguos".
  • "El tiempo, decía Favarger, "no puede definirse en sustancia; es, metafísicamente hablando, tan misterioso como la materia y el espacio"".

Ahora sí, copio un trocito:

"En respuesta, Poincaré exponía para los filósofos su opinión de lo que él sabía de los puntos de partida de esta ciencia fundamental (la física), basándose para ello en el amplio abanico de sus trabajos sobre los fundamentos de la geometría, la geodesia, la física y la filosofía. Según sus palabras:
  1. No hay espacio absoluto, y sólo podemos concebir el movimiento relativo; y, pese a todo, en la mayoría de los casos los hechos mecánicos son enunciados como si hubiera un especio absoluto con respecto al cual pueden ser referidos.
  2. No hay tiempo absoluto. Cuando decimos que dos periodos son iguales, la afirmación no tiene significado, y sólo podemos darle un significado por una convención.
  3. No sólo no tenemos intuición directa de la igualdad de dos periodos, sino que ni siquiera tenemos intuición directa de la simultaneidad de dos sucesos que ocurren en dos lugares diferentes. He explicado esto en un artículo titulado "La medida del tiempo".
  4. Finalmente, ¿no es la propia geometría euclídea tan solo especie de convención del lenguaje?"
Clasificación:
Facilidad de lectura: 1
Opinión: 3-4 (hay alguna parte un poco densa)

jueves, 1 de febrero de 2024

El arte de ser humanos

 










Escrito por Rob Riemen y publicado por Editorial Taurus en 2023 (el original es del mismo año).

Al autor no lo conocía de nada, pero también es normal, que es un filósofo y ensayista, y los libros que suelo leer son de otro tipo; pero sobre éste leí un artículo (éste) y la verdad es que me llamó la atención. Además ha fundado el Nexus Institute ("un foro independiente con vocación internacional, creado en 1994 con objeto de fomentar el debate filosófico y cultural y la reflexión intelectual"), lo cual hacía que mereciese la pena echarle un vistazo al libro.

El título del libro viene a cuento porque según él mismo dice; "Ser humano es un arte. No es ciencia. Si fuera una ciencia, tendríamos definiciones aceptadas, teorías confirmadas, respuestas unívocas, protocolos y manuales para la vida. Pero no los tenemos, y todo lo que se presenta con esa pretensión no es más que un engaño". Y añade; "el arte de ser humano radica en la nobleza de espíritu" (lo cual deja a casi todos los políticos fuera de la clasificación).

El libro son cuatro ensayos:

  1. La guerra como aprendizaje: carta a mis estudiantes mexicanos. Este es el ensayo que más me ha llegado, y es la respuesta a una carta que recibió de un profesor de filosofía (Víctor García Salas) de la UNAM. Habla de la importancia de recordar las cosas ("el recuerdo es nuestra primera y más primaria defensa porque así, ni bien germinen las fuerzas del mal, las podremos reconocer y combatir"), del miedo (Erich Fromm en 1941 demuestra de manera convincente en su libro "El miedo a la libertad", que no sólo la guerra provoca miedo, sino que también ocurre a la inversa: el miedo causa guerras. Los autócratas gobiernan como mesías falsos, y dado que nunca se puede edificar una sociedad justa y armoniosa con demagogia, propaganda y mentiras, una guerra (civil) es inevitable." y casi termina el ensayo con una frase donde vuelve a decir que "Ser humano es un arte que comienza con la bendición del recuerdo del amor que te dieron".
  2. De la estupidez y la mentira. Este ha sido el segundo que más me ha gustado y, como él mismo dice al comienzo del ensayo, trata de "la desolación de no saber nada y el fanatismo del saber único, que son las larvas de la estupidez y la mentira". Desarrollando estas ideas, tiene frases muy buenas, como una de Weber: "bueno, por lo menos les habrá quedado claro que la función de la ciencia no es agradar a la gente"
  3. Sobre la valentía y la compasión. Este ensayo lo hace tomando como base el "Yo acuso" de Émile Zola, con frases del calado de "el verdadero intelectual tendrá, como tuvo Zola, la valentía de pronunciarse y de luchar cuando advierta que las mentiras y el abuso del poder amenacen con dañar o incluso destruir los valores y el saber que le otorgan dignidad al ser humano".
  4. El miedo y la musa. Hablando del miedo, da que pensar con frases como: "¿La mayoría de la gente es buena? Sólo cuando les va bien; sino son capaces de cualquier cosa", "las obras de arte son como las personas. Sólo se puede conocer y comprender al otro, a los amigos y amigas, incluso a la persona que uno ama, después de conocer la historia de su vida" y una última: "como ya decía Lenin: "no hay moral universal. El bien y el mal son definidos en función de lo que le sirve al Partido. Y ahora eso lo decide Stalin"".

Resumiendo, un libro de 243 páginas que se leen de forma muy amena y que dejan muchas cosas para pensar sobre ellas. Habrá que seguir de cerca a éste señor.

Como siempre, copio un trocito:
"la desolación de no saber nada y el fanatismo del saber único, que son las larvas de la estupidez y la mentira, que, una vez se han convertido en fuerzas sociales, gracias a su carácter masivo, son como una colonia de termitas que, sin que las podamos ver, derriban nuestra democracia liberal a fuerza de roer los pilares que la sostienen. Su invisibilidad sólo aumenta en la medida en que nos decimos que la educación, y particularmente la universitaria, se encargará de que no ganen terreno el "no saber nada" y el "saber único". Por desgracia ocurre al revés. Las universidades de hoy en día no exterminan las larvas del desolador no saber nada ni el fanatismo del saber único, al contrario: las alimentan. Pero esto no es nada nuevo, como en realidad no hay mucho nuevo en nuestros tiempos."

Clasificación:
Opinión: 4-5 un libro para pensar después de leerlo.
Facilidad de lectura: 1