Escrita por Anthony Zee y publicada por Ellago Ediciones en 2005, aunque la edición original es ni más ni menos que de 1986 (eso sí, las simetrías no han variado mucho desde entonces y éste era un clásico que había que leer).
El autor, aunque yo sólo le conocía por este libro, ha escrito unos cuantos más y además es catedrático y miembro permanente del Instituto de Física Teórica de la Universidad de California, así que uno puede confiar en que está leyendo algo escrito por alguien que sabe del asunto. ¿Y cuál es el asunto? Pues claramente, tal y como nos indica el título, el asunto es la simetría (una definición básica, pero muy sencilla de simetría es que una figura geométrica es simétrica al someterla a determinadas operaciones si tras dichas operaciones la figura no se ha modificado). Existen bastantes tipos de simetrías, tanto continuas como discretas, como la simetría C, la P, la T, la CP, la CPT (también repasa el teorema CPT, que viene a decir que en un mundo descrito mediante la teoría relativista de campo cuántico, se pueden violar las invarianzas de paridad, de conjugación de cargas y de inversión temporal a gusto del ejecutante, pero que nunca se puede violar la invarianza bajo la operación combinada CPT), las simetrías gauge, ... de todas ellas se nos habla en el libro.
Y ¿por qué es importante la simetría? Pues porque, en física, simplifica mucho los problemas. Si algo es invariante bajo alguna simetría no me tengo que preocupar de qué le pasa a ese algo si le aplico esa simetría, se queda igual. Pero además de ese detalle (bastante importante a la hora de simplificar los problemas), vuelve a surgir el famoso teorema de Emmy Noether, resumiendo y simplificando mucho, que toda simetría lleva asociada una ley de conservación y viceversa, lo cual concede a las simetrías aún más importancia (tengo que copiar una frase del libro relativa a éste teorema porque a mi me pasa igual: "Este tipo de agudezas de ingenio me produce deleite, asombro y emoción, porque, siendo como son verdades absolutas, son profundas y simples a la vez").
También las simetrías forman parte del famoso principio de covarianza (las leyes de la física deben ser independientes del sistema de referencia del observador), y por supuesto del grupo de rotaciones del espacio tridimensional SO(3). El que quiera repasar éste grupo, tiene varios sitios en internet donde echarle un vistazo, como éste pdf, o algunos vídeos en youtube, pero no hace falta, que también lo explica en el libro, aunque las explicaciones son un poco matemáticas (no queda otro remedio).
Introduce muchos conceptos que siempre está bien saber de qué van, como la teoría Yang-Mills (y como Gerard t'Hooft demostró que es renormalizable), la ruptura espontánea de la simetría, los bosones gauge, la teoría Kaluza-Klein, los números Grassmann (son números que al multiplicarse por si mismos dan cero, AxA=0), y todos estos conocimientos técnicos, los rodea de buen humor, lo que hace que la lectura sea algo más relajada (cuenta una "historia" muy buena sobre Pauli, que dice que al morir le pidió a Dios que le contara cuál era el diseño que había usado (una fantasía típica entre los físicos). Cuando Dios se lo desveló, Pauli exclamó: "no es ni siquiera erróneo").
Por resumir, son 376 páginas, más un epílogo escrito trece años después de la primera edición y un apéndice al epílogo que es el capítulo 13 del libro: "An Old Man's Toy"), pero que, exceptuando algunos momentos puntuales, se leen bastante bien.
Como Siempre, copio un trocito:
"Cuando el Creador dijo: "¡Hágase la luz!", a lo mejor en realidad dijo: "¡Hágase una teoría Yang-Mills SU(5) con todos sus bosones de gauge, rómpase espontáneamente la simetría y que todos, excepto uno de los restantes bosones de gauge sin masa sean vendidos en el mercado de esclavos infrarrojos! Ese último bosón de gauge es mi preferido. ¡Que corra a iluminar todas mis creaciones!" No suena tan dramático, pero probablemente está más cerca de la verdad."
El autor, aunque yo sólo le conocía por este libro, ha escrito unos cuantos más y además es catedrático y miembro permanente del Instituto de Física Teórica de la Universidad de California, así que uno puede confiar en que está leyendo algo escrito por alguien que sabe del asunto. ¿Y cuál es el asunto? Pues claramente, tal y como nos indica el título, el asunto es la simetría (una definición básica, pero muy sencilla de simetría es que una figura geométrica es simétrica al someterla a determinadas operaciones si tras dichas operaciones la figura no se ha modificado). Existen bastantes tipos de simetrías, tanto continuas como discretas, como la simetría C, la P, la T, la CP, la CPT (también repasa el teorema CPT, que viene a decir que en un mundo descrito mediante la teoría relativista de campo cuántico, se pueden violar las invarianzas de paridad, de conjugación de cargas y de inversión temporal a gusto del ejecutante, pero que nunca se puede violar la invarianza bajo la operación combinada CPT), las simetrías gauge, ... de todas ellas se nos habla en el libro.
Y ¿por qué es importante la simetría? Pues porque, en física, simplifica mucho los problemas. Si algo es invariante bajo alguna simetría no me tengo que preocupar de qué le pasa a ese algo si le aplico esa simetría, se queda igual. Pero además de ese detalle (bastante importante a la hora de simplificar los problemas), vuelve a surgir el famoso teorema de Emmy Noether, resumiendo y simplificando mucho, que toda simetría lleva asociada una ley de conservación y viceversa, lo cual concede a las simetrías aún más importancia (tengo que copiar una frase del libro relativa a éste teorema porque a mi me pasa igual: "Este tipo de agudezas de ingenio me produce deleite, asombro y emoción, porque, siendo como son verdades absolutas, son profundas y simples a la vez").
También las simetrías forman parte del famoso principio de covarianza (las leyes de la física deben ser independientes del sistema de referencia del observador), y por supuesto del grupo de rotaciones del espacio tridimensional SO(3). El que quiera repasar éste grupo, tiene varios sitios en internet donde echarle un vistazo, como éste pdf, o algunos vídeos en youtube, pero no hace falta, que también lo explica en el libro, aunque las explicaciones son un poco matemáticas (no queda otro remedio).
Introduce muchos conceptos que siempre está bien saber de qué van, como la teoría Yang-Mills (y como Gerard t'Hooft demostró que es renormalizable), la ruptura espontánea de la simetría, los bosones gauge, la teoría Kaluza-Klein, los números Grassmann (son números que al multiplicarse por si mismos dan cero, AxA=0), y todos estos conocimientos técnicos, los rodea de buen humor, lo que hace que la lectura sea algo más relajada (cuenta una "historia" muy buena sobre Pauli, que dice que al morir le pidió a Dios que le contara cuál era el diseño que había usado (una fantasía típica entre los físicos). Cuando Dios se lo desveló, Pauli exclamó: "no es ni siquiera erróneo").
Por resumir, son 376 páginas, más un epílogo escrito trece años después de la primera edición y un apéndice al epílogo que es el capítulo 13 del libro: "An Old Man's Toy"), pero que, exceptuando algunos momentos puntuales, se leen bastante bien.
Como Siempre, copio un trocito:
"Cuando el Creador dijo: "¡Hágase la luz!", a lo mejor en realidad dijo: "¡Hágase una teoría Yang-Mills SU(5) con todos sus bosones de gauge, rómpase espontáneamente la simetría y que todos, excepto uno de los restantes bosones de gauge sin masa sean vendidos en el mercado de esclavos infrarrojos! Ese último bosón de gauge es mi preferido. ¡Que corra a iluminar todas mis creaciones!" No suena tan dramático, pero probablemente está más cerca de la verdad."
Clasificación:
Facilidad de lectura: 3 (hay partes, como el capítulo 9, que hay que leer con calma).
Opinión: 3
Facilidad de lectura: 3 (hay partes, como el capítulo 9, que hay que leer con calma).
Opinión: 3
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