Escrito por Jesús Navarro Faus y publicado por Nivola dentro de la colección "Científicos para la historia" en 2007.
El autor es profesor de investigación del CSIC en el Instituto de Física Corpuscular, lo cual me hacía sospechar que sabía de lo que hablaba cuando escribió este libro, y, efectivamente, no me he equivocado.
Obviamente, el libro, al igual que el resto de los que forman esta colección es una pequeña biografía junto con una explicación de las principales investigaciones y logros del autor (por eso hacía falta que lo escribiese alguien con capacidad para entender de lo que hablaba Feynman cuando hablaba de física).
De Richard Feynman, ya he comentado dos libros suyos: "¿Qué significa todo eso?" y "El carácter de la ley física". Y también he comentado uno, que me pareció muy bueno, de Leonard Mlodinow, "El arco iris de Feynman". Así que, no me parecía que estuviese de más leerme un poco su biografía y un resumencillo de sus contribuciones a la física.
Creo que, casi todos los aficionados a la física (a nivel divulgación) le recordarán por haber sido el que averiguó el por qué de la explosión del Challenger en 1986 (muy bien detallada en éste libro, junto con la participación en su resolución del general Kutyna, de la que yo personalmente no sabía nada antes). Bueno, al margen de eso, para mi Feynman siempre será uno de los físicos más grandes de todos los tiempos, no sólo por sus múltiples contribuciones a la física, sino por haber sido capaz de explicar las cosas siempre desde puntos de vista diferentes, cuestionándose cualquier cosa que no fuese capaz de explicar por si mismo, y eso es algo que deberíamos hacer todos, en todas las facetas de nuestra vida. Como muy bien dijo algunas veces: "los enunciados de la ciencia no tratan de lo que es cierto y de lo que no es cierto, sino que son enunciados de lo que se conoce con diferentes grados de certeza". Era alguien que no echaba balones fuera, ni siquiera cuando no sabía algo. En una conferencia dijo una vez: "¿por qué los físicos teóricos no hemos resuelto este problema? No tenemos excusa con decir que no hay bastantes experimentos. Esto no tiene nada que ver con los experimentos ... Sería como mirar al final del libro para conocer las respuestas ... La única causa por la que no podemos con este problema de la superconductividad es que no tenemos bastante imaginación".
Como es lógico, comienza hablando de Feynman y de sus relaciones familiares y se repite (no exactamente igual, pero se repite) una anécdota que ya había leído en otro libro y que, como siempre me pareció muy buena, la voy a copiar al final del comentario del libro.
Después va narrando la vida y los logros que iba consiguiendo, incluyendo su estancia en Los Alamos para el descubrimiento de la tristemente famosa bomba atómica (link a las cartas que escribió Einstein al presidente Roosevelt). Por supuesto, narra su vida particular y sus varios matrimonios (hay una carta que escribe a su mujer Arline que es simplemente espectacular) y sus relaciones con otros físicos (incluido, por supuesto, Murray Gell-mann y sus discusiones entre partones y quarks). Habla de multitud de temas, en los que al final entran casi todas las ramas de la física en juego , la electrodinámica cuántica (con la que se llevó un premio Nobel compartido), los condensados de Bose-Einstein, la constante de estructura fina (el famoso 137 que ya he comentado en alguna otra ocasión), sus diagramas de Feynman (grafos de Dyson, que por cierto ha saltado otra vez a la fama con la famosa estrella que podía estar contenida en una esfera de Dyson). En fin, de todo un poco, y, según va haciendo falta hace un resumen de la vida de otros físicos con los que se relaciono y una breve explicación de los conceptos que pudiesen resultar más complicados (que son unos cuantos).
En fin, un muy buen libro, que se lee de forma rápida (son sólo 219 páginas). Merece la pena. Como dijo Schwinger (uno de los que compartió el premio Nobel con él): "Al igual que los chips de silicio de estos últimos años, los diagramas de Feynman habían abierto el cálculo a las masas" y aunque sólo sea por eso, merece la pena echarle un ojo al libro.
Tal y como dije, copio una anécdota del libro:
"Pero el padre de Feynman sí que le había enseñado: "¿Ves ese pájaro? Es una curruca de Spencer. En italiano se dice Chutto Lappittida. En portugués, Bom da Peida. En chino, Chung-long-tah y en japonés Katano Tekeda. Puedes aprender el nombre de ese pájaro en todas las lenguas del mundo, pero cuando hayas acabado no sabrás nada del pájaro. Sólo sabrás algo de los humanos en lugares distintos y cómo llaman al pájaro. Así que vamos a mirar el pájaro y observar qué está haciendo". Aunque Feynman era consciente de que todos los nombres eran inventados, retuvo el mensaje que le transmitió su padre: saber los nombres es importante en la comunicación entre humanos, pero un nombre no es la cosa nominada".
Clasificación:
Facilidad de lectura: 1-2 (ó sólo 1 si nos saltamos las explicaciones).
Opinión: 5
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