Escrito por Edward Frenkel y publicado por Planeta de Libros dentro de la colección Ariel en 2015 (el original es del 2013).
Este libro me lo empecé a leer porque me empezaron a llegar noticias de bastantes sitios diferentes al respecto del autor, que para mi era un auténtico desconocido (lo reconozco). Empecé a buscar información sobre él, y la verdad es que es sorprendente la cantidad de gente inteligente que hay en el mundo de la que no hemos oído hablar (o por lo menos yo). Para el que quiera saber más cosas del autor, al margen de la web que he puesto más arriba, y de que es profesor de matemáticas en la Universidad de Berkeley, tiene una web personal bastante curiosa a la que merece la pena echarle un vistazo: web. Este libro es una continuación de la entrada anterior en la que ponía un vídeo del autor (éste). Tengo que reconocer, que entre los comentarios que me habían llegado y el vídeo decidí poner este libro como el siguiente y así lo he hecho.
En el libro, el autor intenta transmitirnos sus sentimientos hacia las matemáticas e intenta hacer ver al lector, que las matemáticas no son sólo sumas, restas, multiplicaciones y razones trigonométricas; que hay un mundo de matemáticas ahí fuera, en nuestro día a día, rodeándonos y acompañándonos en nuestros móviles y nuestros ordenadores del que no nos percatamos, pero que nos hace la vida más fácil (o no). El comienzo del libro es muy claro: "Este libro constituye una invitación a ese rico y deslumbrante mundo. Lo he escrito para lectores sin ningún conocimiento matemático previo. Si cree que las matemáticas son difíciles, que no lo va a entender, si está aterrorizado por las matemáticas, pero al mismo tiempo siente curiosidad por ver si hay algo que valga la pena saber ... entonces este libro es para usted.".
La idea del libro es buena y, en mi opinión, es un libro que merece la pena leer. Como suelo hacer, no contaré mucho de lo que dice para no estropeárselo al futuro lector, pero como es un blog donde comento los libros, haré un pequeño resumen/repaso del mismo.
Enfoca el libro desarrollándolo al tiempo que su propia biografía, lo cual, como he dicho en otras ocasiones, sitúa mucho mejor los conceptos matemáticos, al poder unirlos a la situación personal del que los va descubriendo (sí, yo, como casi todos los matemáticos, creemos que las matemáticas no se inventan, que están ahí y simplemente vamos descubriéndolas con el tiempo). Comienza con su etapa en Rusia desde que era preuniversitario hasta que logra entrar en la Universidad de Kerosinka (espectacular la narrativa del examen de ingreso en la MGU) y de ahí sigue hasta su llegada a Harvard (sin comentarios sobre la juventud del autor dando clases en esta universidad, sorprendente) y su etapa en USA como profesor. Digamos que en lo que se refiere a su vida poco más o menos esa es la etapa que describe, bueno y el capitulo final dedicado a comentar su cortometraje "Ritos de amor y matemáticas".
Mientras nos va contando su vida, nos adentra en sus estudios y sus investigaciones, y ahí las cosas se van poniendo interesantes con las simetrías, los grupos de Galois (de estos ya comenté algo en una entrada anterior), grupos Gauge, SO(3), álgebras y grupos de Lie, teoría de números, álgebras de Kac-Moody (de éstas yo no había oído hablar con anterioridad), entra a fondo en el programa Langlands que realmente consiste en una serie de conjeturas que interrelacionan de manera precisa la teoría de números, el álgebra, el análisis y la geometría, eliminando supuestas separaciones entre disciplinas (digamos que es el equivalente en matemáticas a la búsqueda de la gran teoría unificada en física). El origen del mismo, como muy bien cuentan en el libro, surge a partir de una carta enviada en 1967 por Robert Langlands a André Weil que produjo el empujón inicial del programa, que luego ha contado con la ayuda de grandes matemáticos y físicos (entre otros Edward Witten) y para el que consiguieron una gran ayuda económica del programa DARPA. El programa sigue desarrollándose actualmente y se siguen descubriendo nuevas propiedades entre las distintas ramas matemáticas. Las matemáticas de las que habla en gran parte del libro son matemáticas de alto nivel (y cuando digo alto, digo muy alto), aparecen cosas como grupos Langlands duales, fibrados automorfos y cosas por el estilo, en las que tampoco hay que volverse muy loco. Lo que el autor intenta decirnos es que las matemáticas no son lo que muchos piensan que son y que pueden crear adicción.
Resumiendo, 351 páginas más unas notas finales donde detalla desarrollos más técnicos (que merece la pena leer) y un glosario final para los que se van despistando. Si no se quiere entender todo a la perfección, es un libro que se lee bastante bien y sin demasiados problemas.
Como siempre copio un trocito:
"Otro chiste que le gustaba contar tenía que ver con el telégrafo sin cables. "A principios del siglo XX, alguien preguntaba a un físico en una fiesta:
-¿Nos podría explicar cómo funciona?
El físico responde que es muy sencillo.
-Primero hay que comprender el telégrafo normal, con cables: imagina un perro con la cabeza en Londres y su cola en París. Usted tira de la cola en París y el perro ladra en Londres. El telégrafo sin cables - explica el físico - es lo miso, pero sin el perro."
Tras contar el chiste y esperar a que las risas se acabaran (incluso las de quienes lo habían oído mil veces), Gelfand se volvía hacia el problema matemático que se estaba debatiendo. Si creía que la solución requería un enfoque radicalmente nuevo, decía:
-Lo que intento decir es que necesitamos hacerlo sin el perro."
Clasificación:
Facilidad de lectura: 2-3 (en algunos párrafos la cosa se complica aunque se pueda seguir).
Opinión: 4-5 (me ha gustado bastante).
En el libro, el autor intenta transmitirnos sus sentimientos hacia las matemáticas e intenta hacer ver al lector, que las matemáticas no son sólo sumas, restas, multiplicaciones y razones trigonométricas; que hay un mundo de matemáticas ahí fuera, en nuestro día a día, rodeándonos y acompañándonos en nuestros móviles y nuestros ordenadores del que no nos percatamos, pero que nos hace la vida más fácil (o no). El comienzo del libro es muy claro: "Este libro constituye una invitación a ese rico y deslumbrante mundo. Lo he escrito para lectores sin ningún conocimiento matemático previo. Si cree que las matemáticas son difíciles, que no lo va a entender, si está aterrorizado por las matemáticas, pero al mismo tiempo siente curiosidad por ver si hay algo que valga la pena saber ... entonces este libro es para usted.".
La idea del libro es buena y, en mi opinión, es un libro que merece la pena leer. Como suelo hacer, no contaré mucho de lo que dice para no estropeárselo al futuro lector, pero como es un blog donde comento los libros, haré un pequeño resumen/repaso del mismo.
Enfoca el libro desarrollándolo al tiempo que su propia biografía, lo cual, como he dicho en otras ocasiones, sitúa mucho mejor los conceptos matemáticos, al poder unirlos a la situación personal del que los va descubriendo (sí, yo, como casi todos los matemáticos, creemos que las matemáticas no se inventan, que están ahí y simplemente vamos descubriéndolas con el tiempo). Comienza con su etapa en Rusia desde que era preuniversitario hasta que logra entrar en la Universidad de Kerosinka (espectacular la narrativa del examen de ingreso en la MGU) y de ahí sigue hasta su llegada a Harvard (sin comentarios sobre la juventud del autor dando clases en esta universidad, sorprendente) y su etapa en USA como profesor. Digamos que en lo que se refiere a su vida poco más o menos esa es la etapa que describe, bueno y el capitulo final dedicado a comentar su cortometraje "Ritos de amor y matemáticas".
Mientras nos va contando su vida, nos adentra en sus estudios y sus investigaciones, y ahí las cosas se van poniendo interesantes con las simetrías, los grupos de Galois (de estos ya comenté algo en una entrada anterior), grupos Gauge, SO(3), álgebras y grupos de Lie, teoría de números, álgebras de Kac-Moody (de éstas yo no había oído hablar con anterioridad), entra a fondo en el programa Langlands que realmente consiste en una serie de conjeturas que interrelacionan de manera precisa la teoría de números, el álgebra, el análisis y la geometría, eliminando supuestas separaciones entre disciplinas (digamos que es el equivalente en matemáticas a la búsqueda de la gran teoría unificada en física). El origen del mismo, como muy bien cuentan en el libro, surge a partir de una carta enviada en 1967 por Robert Langlands a André Weil que produjo el empujón inicial del programa, que luego ha contado con la ayuda de grandes matemáticos y físicos (entre otros Edward Witten) y para el que consiguieron una gran ayuda económica del programa DARPA. El programa sigue desarrollándose actualmente y se siguen descubriendo nuevas propiedades entre las distintas ramas matemáticas. Las matemáticas de las que habla en gran parte del libro son matemáticas de alto nivel (y cuando digo alto, digo muy alto), aparecen cosas como grupos Langlands duales, fibrados automorfos y cosas por el estilo, en las que tampoco hay que volverse muy loco. Lo que el autor intenta decirnos es que las matemáticas no son lo que muchos piensan que son y que pueden crear adicción.
Resumiendo, 351 páginas más unas notas finales donde detalla desarrollos más técnicos (que merece la pena leer) y un glosario final para los que se van despistando. Si no se quiere entender todo a la perfección, es un libro que se lee bastante bien y sin demasiados problemas.
Como siempre copio un trocito:
"Otro chiste que le gustaba contar tenía que ver con el telégrafo sin cables. "A principios del siglo XX, alguien preguntaba a un físico en una fiesta:
-¿Nos podría explicar cómo funciona?
El físico responde que es muy sencillo.
-Primero hay que comprender el telégrafo normal, con cables: imagina un perro con la cabeza en Londres y su cola en París. Usted tira de la cola en París y el perro ladra en Londres. El telégrafo sin cables - explica el físico - es lo miso, pero sin el perro."
Tras contar el chiste y esperar a que las risas se acabaran (incluso las de quienes lo habían oído mil veces), Gelfand se volvía hacia el problema matemático que se estaba debatiendo. Si creía que la solución requería un enfoque radicalmente nuevo, decía:
-Lo que intento decir es que necesitamos hacerlo sin el perro."
Clasificación:
Facilidad de lectura: 2-3 (en algunos párrafos la cosa se complica aunque se pueda seguir).
Opinión: 4-5 (me ha gustado bastante).