Escrito por Neil deGrasse Tyson y publicado por Paidós en 2017.
Del autor indicar que esta vez sí que lo conocía, de hecho he comentado algún libro suyo (éste), es doctor en astrofísica por la universidad de Columbia y es un conocido divulgador científico (al margen de discutir la posición de las estrellas en la película "Titanic", jeje).
Hay que decir que el libro son una serie de ensayos puestos unos detrás de otros, con lo cual no hay una línea argumental que sea muy clara. Cada capítulo habla de un tema y lo cierra. No hay continuidad. Una vez dicho eso, cada capítulo se lee de una forma muy sencilla y sin ninguna fórmula que pueda despistarnos, con lo cual si, como dice el título, tienes prisa, en una tarde te lo has leído entero (yo he tardado un par de ellas, pero poco más).
Es un libro que no entra en detalles de casi ningún concepto, pero que menciona todos (o casi todos) los que deberían sonarle a la gente para poder hablar de astrofísica sin meter demasiado la pata, desde la relatividad, hasta la materia y energía oscura, los planetas (y por qué suelen ser redondos), los exoplanetas y asteroides, las galaxias, los agujeros negros, las supernovas, las estrellas de neutrones, los radiotelescopios, las nebulosas, los quarks (y comenta que, si separas los quarks lo suficiente, la liga elástica que los une se rompe y, de acuerdo con E=mc², la energía almacenada crea un quark en cada extremo, dejándote igual que al principio), el lóbulo de Roche, etc ...
Está narrado con el estilo socarrón de deGrasse diciendo cosas como: "sin embargo, nos recuerdan que la ignorancia es el estado natural de la mente para un científico investigador. Las personas que creen no ignorar nada, no han buscado ni se han topado con el límite de lo que se conoce y lo que se desconoce en el universo". Resumiendo, un libro de 211 páginas con letra para gente mayor (gracias) y que se divide en 12 capítulos independientes que se leen muy fácilmente.
Como siempre, copio un trocito:
"Una y otra vez a través de los siglos, los descubrimientos cósmicos han degradado nuestra autoimagen. Alguna vez se supuso que la Tierra era astronómicamente única, hasta que los astrónomos descubrieron que la Tierra es solo un planeta más orbitando el Sol. Más tarde supusimos que el Sol era único, hasta que descubrimos que las innumerables estrellas del cielo nocturno también son soles. Luego supusimos que nuestra galaxia, la Vía Láctea, era todo el universo conocido, hasta que demostramos que la infinidad de cosas borrosas en el cielo son otras galaxias que salpican el paisaje de nuestro universo conocido.
Qué fácil es hoy suponer que un universo es todo lo que hay. No obstante, las teorías emergentes de la cosmología moderna, así como la continuamente reiterada improbabilidad de que cualquier cosa sea única, requieren que estemos abiertos al último ataque de nuestra propia súplica de ser singulares: el multiverso".
Clasificación:
Facilidad de lectura: 1
Opinión: 3 (de lectura muy, pero que muy sencilla).
Es un libro que no entra en detalles de casi ningún concepto, pero que menciona todos (o casi todos) los que deberían sonarle a la gente para poder hablar de astrofísica sin meter demasiado la pata, desde la relatividad, hasta la materia y energía oscura, los planetas (y por qué suelen ser redondos), los exoplanetas y asteroides, las galaxias, los agujeros negros, las supernovas, las estrellas de neutrones, los radiotelescopios, las nebulosas, los quarks (y comenta que, si separas los quarks lo suficiente, la liga elástica que los une se rompe y, de acuerdo con E=mc², la energía almacenada crea un quark en cada extremo, dejándote igual que al principio), el lóbulo de Roche, etc ...
Está narrado con el estilo socarrón de deGrasse diciendo cosas como: "sin embargo, nos recuerdan que la ignorancia es el estado natural de la mente para un científico investigador. Las personas que creen no ignorar nada, no han buscado ni se han topado con el límite de lo que se conoce y lo que se desconoce en el universo". Resumiendo, un libro de 211 páginas con letra para gente mayor (gracias) y que se divide en 12 capítulos independientes que se leen muy fácilmente.
Como siempre, copio un trocito:
"Una y otra vez a través de los siglos, los descubrimientos cósmicos han degradado nuestra autoimagen. Alguna vez se supuso que la Tierra era astronómicamente única, hasta que los astrónomos descubrieron que la Tierra es solo un planeta más orbitando el Sol. Más tarde supusimos que el Sol era único, hasta que descubrimos que las innumerables estrellas del cielo nocturno también son soles. Luego supusimos que nuestra galaxia, la Vía Láctea, era todo el universo conocido, hasta que demostramos que la infinidad de cosas borrosas en el cielo son otras galaxias que salpican el paisaje de nuestro universo conocido.
Qué fácil es hoy suponer que un universo es todo lo que hay. No obstante, las teorías emergentes de la cosmología moderna, así como la continuamente reiterada improbabilidad de que cualquier cosa sea única, requieren que estemos abiertos al último ataque de nuestra propia súplica de ser singulares: el multiverso".
Clasificación:
Facilidad de lectura: 1
Opinión: 3 (de lectura muy, pero que muy sencilla).
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