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sábado, 1 de mayo de 2021

Ciencia, lo que hay que saber

Escrito por Miguel Artola y José Manuel Sánchez Ron y publicado por Espasa Libros en 2017.

No creo que haga falta explicar por qué me he leído este libro, porque de uno de los autores me he leído un par de ellos (éste y éste) y aún tengo algunos otros pendientes. Entre ellos el libro original del que han sacado esta revisión: "Los pilares de la ciencia" del 2012.

La verdad es que es un libro del que es muy difícil hacer un resumen en condiciones, porque habla de todos los temas científicos habidos y por haber (bueno, alguno se dejan, no voy a exagerar) pero a lo largo de los 21 capítulos hablan de casi todo y enumerar los 21 capítulos para decir todo lo que comentan me parece demasiado. Así que lo dejaremos en que narran mucho de la historia de la ciencia, y para ello hablan de los estudios sobre el universo, de los estudios de nuestro planeta (y de los demás), del estudio de la naturaleza (desde todos los puntos de vista: química, física, biología, ...), del estudio del los animales y del ser humano (medicina, psiquiatría, psicología,...) y del estudio de los números. En fin, de casi todo, y con muchos, muchos detalles. De hecho el primer capítulo se hace un poco duro por el exceso de información. Luego la cosa mejora mucho y es más tratable.

Como es muy complicado resumir, comentaré un par de detalles de cosas de las que hablan y así nos podemos hacer una idea de lo que nos vamos a encontrar en el libro: narra la ocurrencia de Eratóstenes (y su forma de medir la circunferencia de la Tierra ¡con un error de un 0.5%!), lo que son las construcciones con regla y compás, como no, menciona dos de los más grandes libros de ciencia de toda la historia: "Los Principia" de Newton (y la ley de gravitación universal y el teorema fundamental del cálculo) y "El origen de las especies" de Charles Darwin (también menciona al pobre Wallace, que siempre nos olvidamos de él y al economista Robert Maltus y menciona un artículo de Douglas L. Theobald ("una prueba formal de la teoría de un ancestro común universal") que confirma, mediante un extenso análisis estadístico realizado entre diversas especies, que toda la vida que ahora existe en la Tierra procede de un ancestro común)), y también de otro bastante importante: "Discurso del método" de Descartes (y la que para mi, como matemático, es una de las más geniales ideas: el plano cartesiano), lo que es la tabla periódica de los elementos (y como se llegó hasta ella), de la función de distribución de Maxwell-Boltzmann y de la expresión para la entropía: S=k*lnW, de la botella de Leiden, de, como no, Emmy Noether, del grupo Nicolas Bourbaki, del principio de incertidumbre de Heisenberg, de Carl Sagan (uno de los culpables de mi afición por la ciencia), y en fin, muchas más historias muy interesantes, como la de la química orgánica, la de la anestesia, la de la cirugía, etc, ... y sí, sí, también aparece Einstein.

Por resumir, un libro de 471 páginas que se pueden leer de capítulo en capítulo, sin prisa y con las pausas que se quiera, porque no hay que seguir ningún hilo en particular.

Como siempre, copio un trocito:

"La culminación del estudio de la naturaleza americana debe situarse en la "Historia natural y moral de las Indias" (1590) del citado sacerdote José de Acosta, cuyo objetivo no fue ya una exposición descriptiva, sino "declarar las causas y razón de las novedades y rarezas" de la naturaleza americana, que el autor integró en su conjunto del saber científico, con una altura e independencia de criterio que mereció que Alexander von Humboldt calificase la obra de estudio magistral del Nuevo Mundo y de fundamento de la geofísica moderna. Traducido al latín, alemán, neerlandés, francés, inglés e italiano, el tratado de Acosta tuvo veinticinco ediciones fuera de España"

Clasificación:

Facilidad de lectura: 1

Opinión: 3-4 (teniendo en cuenta que no es un libro de narrativa normal)

lunes, 4 de mayo de 2020

El cerebro de Broca



 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Escrito por Carl Sagan y publicado por editorial Crítica dentro de la colección Drakontos en 1994, aunque hay una primera edición de 1981.
 
Del autor no voy a decir nada más, que ya he comentado cosas suyas en otras entradas, pero tengo que seguir repitiendo que la serie "Cosmos" influyó decisivamente en que me decantase por las ciencias y que es (era) un gran divulgador científico.
 
El libro vuelve a ser un recopilatorio de diferentes conferencias impartidas en los años 70, por lo cual hay que leerlo con cuidado, que hay cosas que en la actualidad ya han ocurrido que en el libro da como que pueden ocurrir en un futuro (y en el fondo así era).
 
Lo primero que tengo que comentar es el título, y es que hace referencia a Paul Broca (cirujano, neurólogo y antropólogo y uno de los fundadores del Musée de l'Homme) y no a un taladro, como algunos podíamos pensar.
 
Es un libro en el que se dedican muchas páginas a intentar hacer ver al lector (o asistente a las charlas) la forma de pensar que debería tener un científico (totalmente en la línea de lo que dijo Weinberg indicado en el libro anterior, comenta que los sistemas de creencias que no son capaces de aceptar la crítica no merecen ser). De hecho hay un capítulo entero de casi cincuenta páginas, más un pequeño apéndice al final del libro con notas matemáticas, dedicado a, yo diría, que destrozar cualquier base científica y credibilidad que pudiese tener el libro de Immanuel Velikovsky, Worlds in Collision. Si bien es cierto que defiende que, como científico, las cosas hay que discutirlas aportando pruebas y datos, y que cualquier opinión es válida (otra cosa es que sea correcta). Sobre este mismo asunto, expone en otro capítulo un razonamiento de Huygens (que muestra que no siempre un razonamiento lleva a las conclusiones adecuadas): "¿Por qué Júpiter tiene cuatro lunas? Para poder responder a esa pregunta, pensaba, habría que plantearse la misma cuestión a propósito de la única luna de la Tierra, cuya función, además de proporcionar algo de luz por la noche y de provocar las mareas, consistía en ofrecer una ayuda a la navegación de los marinos. Si Júpiter dispone de cuatro lunas, tiene que haber muchos marinos en aquel planeta. Pero al haber marinos, hay barcos y, por tanto, velas; al haber velas, hay cuerdas y, por tanto, cáñamo."
 
Pero habla también de misiones espaciales, de satélites, de relatividad y del pensamiento científico en general. Menciona bastantes términos científicos, muchos de ellos muy conocidos (como el test de Turing, del cual dice que no está seguro de cuántos humanos lo pasarían con éxito), y otros no tanto, como la dispersión Rayleigh, la inestabilidad advectiva, la contracción gravitatoria de Kelvin-Heimholtz, la reflectividad media de la Tierra (albedo), etc … y una cosa muy curiosa: "todo el mundo ha oído hablar de elementos radioactivos; son ciertos tipos de átomos que se desintegran espontáneamente. El uranio es uno de ellos. Pero no todo el mundo sabe que cualquier átomo, excepto el hierro, es radioactivo, dado un periodo de tiempo lo suficientemente largo".
 
Resumiendo, 312 páginas que se leen de forma sencilla (las cuatro hojas el apéndice ya son otra cosa) y que, como se corresponde a conferencias independientes, se pueden leer de forma tranquila, que no hay una gran conexión entre ellas, aunque el autor divide el libro en cinco partes.
 
Como siempre copio un trocito:
"Los cuatro artículos que publicara Einstein en 1905 hubieran sido una producción impresionante como fruto de toda una vida dedicada a la investigación para cualquier físico. Si se contemplan como lo que en realidad fueron, el resultado de los ratos libres de un años de trabajo de un empleado de veintiséis años de una oficina de patentes suizas, es algo más que asombroso. Son muchos los historiadores de la ciencia que han calificado a 1905 como el annus mirabilis, año milagroso. Dentro de la historia de la física, y con inquietantes parecidos, sólo ha existido otro año adjetivable de tal, 1666, cuando Isaac Newton, con veinticuatro años, aislado en una zona rural a causa de una epidemia de peste bubónica, esbozó una explicación para la naturaleza espectral de la luz del Sol, inventó los cálculos diferencial e integral y postuló la teoría de gravitación universal".
 
Clasificación:
Facilidad de lectura: 1
Clasificación: 3

jueves, 9 de abril de 2020

Como al león por sus garras




















Escrito por José Manuel Sánchez Ron y publicado por Editorial Crítica, cómo no, dentro de su colección Drakontos. La edición es de junio de 2019 (éste sí que es actual).
Al autor esta vez sí que le conocía. De hecho ya había comentado algún libro suyo, como "éste" y tengo algunos otros esperando a ser leídos, pero que hay que pillarlos con tiempo, que son un poco "gorditos".

Es un libro atípico, ya que no tiene una estructura de continuidad, si no que cada capítulo ocupa tres o cuatro hojas y describe la vida de un personaje (casi todos científicos) y pone un trocito de uno de sus artículos, libros o cartas y lo comenta. Con este tipo de estructura, es muy fácil leerse el libro en ratos sueltos, ya que no hay que acordarse de los capítulos anteriores para poder seguir leyendo (ésto es muy importante para la gente que, como yo, tiene memoria de pez). Cada capítulo es independiente del resto. Respecto a los personajes de los que habla, la lista es bastante grande, más gente que los 90 capítulos, ya que en algunos de ellos habla de dos o más, con lo que nos podemos hacer una idea de que están muchos de los más conocidos (por supuesto, no todos porque sería imposible en un libro).

Por citar algunas cosas de las que habla, por ejemplo, en el capítulo que habla de Aristóteles, comenta: "si he seleccionado este texto es para mostrar que en la ciencia la equivocación puede -y suele- estar presente; que, de hecho, el progreso científico ha de convivir con el error, para identificarlo y superarlo posteriormente". En el que hala de Galileo: "hay que guardarse de no estar defendiendo lo falso, porque mil Demóstenes y mil Aristóteles se quedarían con un palmo de narices ante cualquier ingenio mediocre que hubiera tenido la suerte de aferrarse a la verdad", en el que habla de Newton, pone (en español) las tres leyes del movimiento y la ley de gravitación universal, tal y como aparecen escritas en los Principia (algo que no se ve todos los días). En el que habla de Lavoisier (aunque se que esto ya lo he comentado en algún otro libro no puedo evitar recordarlo) recuerda lo que dijo Lagrange cuando cortaron su cabeza en la revolución francesa: "sólo un instante para cortar esa cabeza. Puede que cien años no basten para darnos otra parecida". En el que habla de Riemann, comenta un poco la conferencia que dio en 1854 ante el claustro de la universidad de Gotinga (una de las más importantes a nivel de geometría). En el que habla de Echegaray y de la ciencia en España: "la ciencia matemática nada nos debe; no es nuestra; no hay en ella nombre alguno que labios castellanos puedan pronunciar sin esfuerzo" (triste, pero es/era así). En el que habla de Koch (teoría microbiana de las infecciones) comenta una cosa sobre Semmelweis: "que introdujo una serie de medidas higiénicas, como el lavado de manos. Sólo con esto, se redujo sensiblemente la mortalidad ocasionada..." (siempre he dicho que no existe una medida más simple y más barata de evitar infecciones, aunque tristemente se haya puesto de moda en estos días por lo que tenemos encima). En el que habla de Max Planck, habla de la entropía de un sistema (y aparece la fórmula que ya he comentado en muchas ocasiones: S=k*lnW) y de la fórmula de Planck: energía= constante * frecuencia (E=h*v). En el que habla de Heisenberg comenta el artículo que escribió en 1927 en el que dio a conocer al mundo su famoso principio de incertidumbre (con las implicaciones filosóficas incluidas). En el de Dirac, comenta algo obvio, pero muy interesante que es: "lo que es matemáticamente posible, no tiene por qué serlo físicamente". En el que habla de Hawking dice: "nunca sabremos realmente dónde se producirá el próximo gran descubrimiento científico, ni quién lo hará. Abrir las mentes a la emoción y el asombro del descubrimiento científico, crear formas innovadoras y accesibles para llegar a una audiencia joven lo más amplia posible, aumenta en gran medida las posibilidades de encontrar e inspirar al nuevo Einstein, sea donde sea que se halle".

Menciona gran cantidad de libros, entre ellos "El robot completo" de Isaac Asimov (para comentar las tres leyes de la robótica, a las que añade una cuarta) y que yo desde aquí recomiendo, igual que comenta la trilogía de la Fundación (que vuelvo a recomendar). También menciona el último libro de Hawking: "Breves respuesta a grandes preguntas", que tengo en casa pero no quiero leerlo aún, porque es el último y no habrá más, y llevo leyendo libros de él desde que tenía veintidós años y ya voy por cincuenta y .... Menciona muchos libros más, entre ellos, el que me estoy leyendo ahora de Weinberg, y otros dos que voy a ver si me los compro: "Dédalo e Icaro" de Bertrand Rusell y "Psicología de la invención en el campo matemático" de Jacques Hadamard. Y menciona también, por terminar, del de Hardy: "Apología de un matemático".

Por resumir, 458 páginas que se pueden leer de forma relajada de cuatro en cuatro, o, como me ha pasado a mi, más de golpe, debido al encierro casero decretado por el gobierno (no voy a comentar nada aquí de mi opinión al respecto de la gestión, que éste no es un blog de contenido político, sólo científico).

Como siempre, copio un trocito:
En el capítulo que habla de Kurt Gödel: "Hay resultados científicos que conmueven los cimientos de una disciplina, incluso, puede, de la visión del mundo mayoritariamente aceptada antes de ellos. El artículo que Albert Einstein publicó en 1905, luego conocido como el de la teoría de la relatividad especial, o el que James Watson y Francis Crick dieron a conocer en 1953 explicando la estructura de la molécula de la herencia, el ADN, son dos buenos ejemplos en este sentido. Otro es el de un artículo que publicó en 1931 el lógico Kurt Gödel, un artículo que conmocionó tanto a la matemática como a la filosofía, y que arruinó las esperanzas de hacer de la matemática una disciplina segura, reducible a la lógica [...] El artículo en cuestión se titulaba: "Sobre sentencias formalmente indecidibles de Principia Mathematica y sistemas afines"".

Clasificación:
Facilidad de lectura: 1 (ha elegido partes de los libros o de los artículos que son comprensibles por cualquier persona).
Opinión: 4 (merece la pena leerlo, aunque sólo sea por la gran cantidad de gente de la que habla).

sábado, 23 de noviembre de 2019

El mundo como obra de arte




















Escrito por Frank Wilczek y publicado por Editorial Crítica, dentro de la colección Drakontos en 2016 (el original es del 2015 y yo tengo una segunda edición).

Esta vez al autor sí que lo conocía (al margen de por el premio nobel), por ser uno de los entrevistados en uno de los libros que he comentado últimamente: "Perdidos en las matemáticas", que, precisamente, trata de justo lo contrario que este libro (con lo que tenemos dos versiones para comparar). Así que ya venía con ganas de leer algo de él.

El libro nos intenta enseñar que la belleza, en las ecuaciones y en las teorías físicas, es una parte muy importante del desarrollo de la teoría científica, y que es algo que, al menos hasta el momento, ha funcionado bastante bien. La belleza por supuesto puede ser algo subjetivo, pero básicamente se refiere a la belleza en el sentido de la simetría (decimos que un objeto es simétrico si podemos hacer en él transformaciones que podrían haberlo cambiado , pero que no lo hacen) y la sencillez y precisión de las teorías (como dijo Newton: "es mucho mejor hacer un poco con certeza y dejar el resto para otros que vengan después de ti, que explicar todas las cosas mediante conjeturas sin asegurarse de nada"). Aunque es cierto que la sencillez en la física teórica no es algo que se vea a simple vista (más bien se ven cosas bastante complicadas y con un montón de "ajustes" que no parecen demasiado "bellos"), también es cierto que muchas veces se proponen ecuaciones con una enorme simetría y después las ponen a prueba para ver si la naturaleza las utiliza (y ha sido una estrategia con un éxito asombroso).

El libro se desarrolla desde la antigüedad hasta la época actual, aunque se centra más en los tiempos modernos (desde Newton), pero no por eso deja de hablar de Platón, de Galileo, pero se centra más en épocas recientes, y nos habla de las tres leyes de Kepler, de Hertz (y comenta una frase que dijo al respecto de las ecuaciones de Maxwell: "no se puede esquivar el sentimiento de que esas fórmulas matemáticas tienen una existencia por sí mismas y una inteligencia propia, que son más sabias que nosotros, más incluso que sus descubridores, que extraemos más de ellas de lo que se puso inicialmente en ellas"), de que no había ningún proceso que explicase por qué los protones se transformaban en neutrones o viceversa (aunque esas transformaciones ocurren) y hubo que incorporar una cuarta fuerza (la fuerza débil), de los quantum dots (puntos cuánticos), de la conexión entre la simetría matemática de las leyes físicas y la existencia de cantidades físicas concretas que no cambian (Emmy Noether), de los números de Grassmann, …

Está escrito de una forma un poco extraña, al menos para mi gusto, y tiene algunas partes un poco complejas (y no del todo bien explicadas), aunque es verdad que tiene una cronología, unos "términos del arte" (explicaciones de lo que significan muchos conceptos de los utilizados en el libro) y unas notas y lecturas recomendadas finales que están bien.

Resumiendo, 340 páginas, con algunas láminas bastante chulas, que hay que leer con calma (y repito que algunas explicaciones a mi no me quedarían muy claras).

Como siempre, copio un trocito:
"La gran síntesis de Maxwell, como hemos visto, predijo nuevos colores de la luz, invisibles para nuestros ojos y tampoco observados en la época. Confiando en la belleza de la teoría, Hertz produjo y observó las ondas de radio. En tiempos más recientes, Paul Dirac predijo, mediante una ecuación extraña y hermosa, la existencia de las antipartículas, que no se habían observado entonces, pero lo fueron poco después. La Teoría Central, anclada en la simetría, nos dio los gluones de color, las partículas W y Z, la partícula de Higgs, el quark charmed y las partículas de la tercera familia, todo ello, como predicciones anteriores a su observación."

Clasificación:
Facilidad de lectura: 3 (algunas partes hay que tomárselas con calma).
Opinión: 3

martes, 15 de mayo de 2018

La realidad oculta




















Escrito por Brian Greene y publicado por Editorial Crítica, dentro de la colección Drakontos, en 2011 (esta vez, el original y la publicación en español coinciden).

El autor es doctor en física por la Universidad de Oxford y profesor de Física y Matemáticas en la Universidad de Columbia. Del autor tengo algún que otro libro por casa, así que éste no será el último que comente de él (espero).

Tal y como indica el título y remata el subtítulo: "universos paralelos y las profundas leyes del cosmos" el libro trata de explicar por qué en las teorías actuales sobre el origen y funcionamiento de las leyes que rigen el Universo, la mayoría de las veces, los físicos teóricos terminan hablando de más dimensiones de las que podemos notar y de más universos de los que podemos ver.

Fundamentalmente nos explica un poco la teoría de cuerdas y la mecánica cuántica (aunque no por eso deja de hablar de Newton y Einstein) y cómo, según se desarrollaban las matemáticas de las nuevas teorías, surgían voces indicando que eran necesarias más dimensiones y que, nuevos universos distintos del nuestro podrían existir. Menciona y explica un montón de conceptos hasta llegar a explicarnos los distintos tipos de multiversos que "existen" en la física teórica hoy en día. Por ejemplo nos habla del principio cosmológico (que afirma que el universo en grandes escalas parecerá uniforme, vamos, que una vez que se ha visto una región de cien millones de años luz, se han visto prácticamente todas), de la cosmología inflacionaria (que modifica la teoría del big bang insertando un intenso brote de expansión enormemente rápida durante los primeros momentos del universo), del problema del horizonte (cómo se establecieron temperaturas casi idénticas en dominios cósmicos independientes), de que en la teoría de Einstein la gravedad viene de la masa de un objeto, pero también de su presión (éste es un punto difícil, pero esencial. Una vez más, mientras que la presencia de masa positiva o presión positiva genera gravedad atractiva, la presencia de presión negativa genera la menos familiar gravedad repulsiva), de que el modelo estándar de la física de partículas es una teoría de campos cuántica que contiene cincuenta y siete campos cuánticos distintos, de las distintas singularidades físicas (orbifold, flop, conifold, orientifold, enhancon,...), del límite de Weinberg, de lo que se entiende por información (la medida más útil del contenido de información es el número de preguntas sí-no distintas a los que la información puede dar respuesta). En fin, de un montón de conceptos, bastante bien explicados, para poder entender el por qué de los distintos tipos de multiverso y qué base científica tiene cada uno.

No voy a explicarlos aquí, que para eso está el libro, pero sí que voy a mencionar los distintos tipos de multiverso de los que habla: multiverso mosaico, inflacionario, brana, cíclico, paisaje, cuántico, holográfico, simulado y final. Vamos, que hay suficientes multiversos para que cada uno elija el que más le gusta. Y si alguien quiere ver un resumen sin leerse todo el libro puede hacerlo en la página 407, pero yo recomendaría leerse el libro entero.

Antes de copiar un trocito, me gustaría poner un par de frases que aparecen durante la lectura y que me han parecido muy buenas: "el arte de la física reside en decidir qué se puede ignorar", "si las ecuaciones de Maxwell no hacían referencia a un patrón de reposo, entonces no había necesidad de un patrón de reposo; la velocidad de la luz, declaró Einstein con firmeza, es trescientos mil kilómetros por segundo con relación a cualquier cosa.  Aunque los detalles tienen interés histórico, estoy describiendo este episodio por lo que tiene de más importante: cualquiera tiene acceso a las ecuaciones de Maxwell, pero se necesitó el genio de Einstein para aceptar plenamente las matemáticas. Y con esta jugada Einstein llegó a la teoría de la relatividad especial".

Por resumir, 424 páginas que se leen muy bien, aunque contienen muchos conceptos y unas notas finales que tienen algo más de matemáticas para el que quiera profundizar un poco más en algunos detalles.

Como siempre, copio un trocito:
"Cuando los objetos se atraen mutuamente por la fuerza de la gravedad, intercambian corrientes de gravitones; los gravitones son mensajeros invisibles que comunican la influencia de la gravedad. Cuantos más gravitones intercambian los objetos, más fuerte es la atracción gravitatoria mutua. Cuando alguno de estos gravitones que fluyen dejan nuestra brana y entran en las dimensiones extra, la atracción gravitatoria entre objetos se diluirá. Cuanto mayores son las dimensiones extra, mayor es la dilución, y más débil parece la gravedad. Midiendo cuidadosamente la atracción gravitatoria entre dos objetos acercados a una distancia menor que el tamaño de las dimensiones extra, los experimentadores piensan interceptar los gravitones antes de que se escapen de nuestra brana; si es así, los experimentadores medirían una intensidad para la gravedad que es proporcionalmente mayor."

Clasificación:
Facilidad de lectura: 1-2
Opinión: 4

lunes, 17 de abril de 2017

Las lagartijas no se hacen preguntas




















Escrita por Leonard Mlodinow y publicado por Editorial Crítica dentro de su serie Drakontos (y ya son unos cuantos libros de esta colección de los que he comentado en el blog) en el año 2016 (el original es del 2015).

Del autor ya he dicho bastantes cosas en los otros libros que he comentado de él (El arco iris de Feynman, El gran diseño) pero resumiré que es doctor en física teórica por la Universidad de Berkeley y que actualmente trabaja en el Caltech y como divulgador científico y guionista.

El libro detalla los avances científicos (y no tan científicos) que han ido revolucionando la historia de la humanidad. El título del libro recuerda bastante a una frase que comenté en la entrada anterior sobre el libro "el universo en tu mano" que dice: "los dinosaurios tuvieron tiempo de sobra para analizar su entorno e inferir unas cuantas cosas. No lo hicieron, y así les fue." En definitiva, es una alegoría del pensamiento científico como arma para evolucionar.

Divide el libro en tres partes, una primera que llega hasta Aristóteles, una segunda que llega más o menos hasta Newton y una tercera que se desarrolla, textualmente, más allá de los sentidos humanos, hasta el día de hoy.

Habla de muy diversas ramas de la ciencia (y lo que aún no lo era) y comenta el momento histórico en el que se produjeron los avances. Desde el código de Hammurabi (1750 a.c.), el cambio de paradigma de los filósofos griegos, que pasaron a ver el universo como algo ordenado (y sin embargo habrá quien quiera quitar esta asignatura de los colegios), el desarrollo del lenguaje matemático (y es que, tal como dice, las ecuaciones no sólo contienen ideas, sino que ofrecen las consecuencias de esas ideas a cualquiera que posea la perspicacia y la persistencia suficientes para extraerlas), la nueva forma de realizar experimentos de Galileo (en primer lugar, cuando obtenía un resultado que lo sorprendía, no lo rechazaba. En segundo lugar, sus experimentos eran cuantitativos, una idea revolucionaria en su tiempo), la ley de inercia de Galileo (adaptada por Newton, pero reconocido por él mismo que Galileo la había descubierto), las tres leyes de Newton (que aprovecho para recordar: 1ª: todo cuerpo persevera en su estado de reposo o movimiento uniforme y rectilíneo a no ser que sea obligado a cambiar su estado por fuerzas impresas sobre él. 2ª: el cambio de movimiento es proporcional a la fuerza motriz impresa y ocurre según la linea recta a lo largo de la cual aquella fuerza se imprime. 3ª: con cada acción ocurre siempre una reacción igual y contraria"), la tabla periódica de Mendeléyev, el origen de las especies de Darwin (y su relación con Wallace), los experimentos de Redi en 1668 (que comentaré al final en el trozo de libro que copio siempre), en fin, de prácticamente toda esa gente de la que hemos oído algo a lo largo de nuestra vida (otra cosa es la atención que hayamos prestado).

Pero no se limita a contar las cosas sin más, como buen escritor y guionista, añade detalles de cómo se realizan las investigaciones y frases de gente conocida que sirven para hacernos una idea de lo que significa avanzar, tanto en la ciencia como en la vida, y las relaciones personales de cada uno con su entorno según lo intentaba. Pondré un par de ejemplos de lo que quiero decir: "hoy, cuando pensamos en la burocracia del gobierno, le atribuimos el mismo peso intelectual que a un equipo de fútbol de tercera, pero fue gracias a aquellas primeras burocracias gubernamentales como surgió una clase intelectual especializada", "los científicos no pueden existir en el vacío. Incluso los más grandes se benefician enormemente de la interacción con otros de su disciplina", "lo realmente heroico de la investigación, tanto si se corona con éxito como si no, es ese riesgo que aceptamos los científicos y otros innovadores, las largas horas y días, meses, incluso años de intensa lucha intelectual que pueden llevarnos , o no, a una conclusión o un producto fructífero", "siempre he tenido la sensación de que los artistas gozan de una gran ventaja sobre los físicos: en el arte, por mucho que colegas y críticos digan de la obra de alguien que no vale nada, nadie puede demostrarlo. En física sí", Robert Frost escribió en 1914 "por qué abandonar una creencia sólo porque deje de ser cierta" (esto se aplica hoy en día muchas veces cuando se amañan resultados experimentales para ajustarlos a lo que algunos creen que debería pasar), Wolfgang Pauli dijo una vez: "la física está muy enturbiada en este momento; en cualquier caso, es demasiado difícil para mí, y ahora desearía ser un cómico del cine o algo por el estilo y no haber oído hablar nunca de la física" (éste comentario me recuerda mucho al que hizo Ehrenfest a Borh en 1931 y que comento en el libros "Fausto en Copenhague"), Michael Jordan dijo en una ocasión: "he fallado más de nueve mil tiros en mi carrera. He perdido casi trescientos partidos. En veintiséis ocasiones, se me confió el tiro de la victoria y lo fallé. He fracasado una y otra vez en mi vida. Por eso tengo éxito".

Resumiendo, 357 páginas que se leen muy bien y de forma sencilla que hacen un buen resumen de la evolución del ser humano y de la revolución científica que ha acompañado a la misma.

Como siempre, copio un trocito:
"El método de Redi era simple. Se hizo con varios frascos de boca ancha y colocó en ellos muestras de carne fresca de serpiente, pescado y ternera. Entonces dejó algunos de los frascos sin tapar mientras que otros los cubrió con un material parecido a la gasa o con papel. Su hipótesis era que si realmente ocurría una generación espontánea, las moscas y larvas deberían aparecer en la carne en las tres situaciones. Si, en cambio, como Redi sospechaba, las larvas salían de unos huevos pequeños e invisibles que ponían las moscas, deberían aparecer en los frascos descubiertos pero no en los cubiertos con papel. También predijo que aparecerían larvas en la gasa que cubría el resto de los frascos, que era lo más cerca de la carne que podían llegar las hambrientas moscas. Eso fue justamente lo que ocurrió."

Clasificación:
Facilidad de lectura: 1.
Opinión: 3-4

lunes, 15 de febrero de 2016

Las raíces triviales de lo fundamental













Escrito por Jorge Wagensberg y editado por Tusquets Editores dentro de la colección Metatemas en 2010.

El autor es doctor de física y profesor de Teoría de los Procesos Irreversibles en la Universidad de Barcelona.

No había leído ningún libro suyo con anterioridad, pero ya iba teniendo ganas de leer alguno, que unos cuantos tiene, y hay que reconocerle que los títulos que les pone suelen ser bastante intrigantes: "A más cómo, menos por qué", "Si la naturaleza es la respuesta, ¿cuál era la pregunta?", ...

El libro, en forma de ensayo, lo que pretende es demostrar que lo trivial no es tan trivial como creemos, y que bajo cualquier ley fundamental de la naturaleza se esconde una raíz de estructura trivial, o como dice él mismo: "este ensayo tiene casi como único propósito el de hacer que anide en el lector una sospecha: lo verdaderamente fundamental no es ajeno a lo flagrantemente trivial.".

Para ello, y teniendo en cuenta que va a hablar de leyes fundamentales de la naturaleza, primero nos tiene que adentrar un poco en ellas y por lo tanto habla de Galileo, Newton, Einstein, Noether, ... De hecho, cuando se habla de leyes fundamentales, no podía faltar Emmy Noether, que el autor confiesa haber descubierto en su cuarto año de carrera (ahí ya me ha ganado, yo la descubrí después de finalizar la carrera, aunque también es cierto que él es físico y yo matemático) y de la que llega a decir en un momento: "señora Emmy Noether: yo también me quito el sombrero ante sus bellísimos, profundísimos y fundamentalísimos teoremas." y yo me uno a él en su comentario. De esta mujer ya he hablado en multitud de ocasiones, pero por si alguien aún no ha leído mis comentarios sobre otros libros donde aparece, que eche un vistazo al que viene llamándose teorema de Noether.

También habla de Boltzmann, para introducir el concepto de entropía (que es un concepto clave en la segunda ley de la termodinámica), S=k lnW (donde S es la entropía, k la constante de Boltzmann y W el número de configuraciones microscópicas compatibles con el estado de equilibrio macroscópico, y se mete en asunto filosóficos, económicos, biológicos y sociales.

Pero, antes de que me despiste y se me olvide, hay un comentario del libro hecho por el autor en esta web, que explica muy claramente lo que entiende por trivial y los tres tipos de trivialidades que define y que se usarán a lo largo de todo el ensayo. Y como ya están bien explicados ahí, no voy a repetir para no aburrir.

Es un libro que está hecho para que el que lo lea piense. No es complicado de leer, pero en mi opinión sí que necesita tranquilidad y pocas prisas si se quiere disfrutar de él. Está muy bien escrito y prácticamente hay cosas interesantes en todas las páginas, aunque sean cosas sencillas, como por ejemplo cuando dice: "como se sabe, en ciencia no basta con tener una idea buena, también es imprescindible caer en la cuenta de que es relevante y convencer de todo ello al resto de la comunidad científica.", que es un pensamiento con el que vuelvo a estar totalmente de acuerdo.

Resumiendo, son 258 páginas más un pequeño anexo matemático (que no es necesario en absoluto para la comprensión del libro) que hay que leer con tranquilidad, pero que para pensar un rato está muy bien. Un rato largo en este caso, que he tardado en leerlo.

Como siempre copio un trozo:
"En física, es decir, en todos aquellos procesos que protagoniza la materia inerte (es decir, en todos aquellos episodios en los que no intervienen objetos tan complejos como un ser vivo, un ser culto, o un colectivo político) existe otra gran pregunta que pide paso ruidosamente. El porqué no es una pregunta científica, sino el cómo. El porqué es una pregunta de urgencia cuando no sabemos bien qué es lo que queremos saber, cuando no sabemos qué es lo que queremos preguntar. El lenguaje responde al qué de las cosas, la tecnología al para, y la filosofía quizá sí al porqué, pero la ciencia sólo se ocupa del cómo de las cosas ... el porqué se usa en ciencia sólo para ganar tiempo, para dar tiempo a acertar con la buena pregunta."

Clasificación:
Facilidad de lectura: 3 (no es complicado pero hay que leer con calma).
Opinión: 3-4 (me ha gustado y me ha hecho pensar incluso sobre temas que en principio no me llaman la atención).