Mostrando entradas con la etiqueta Bertran Russell. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Bertran Russell. Mostrar todas las entradas

jueves, 12 de diciembre de 2024

Este no es el título de este libro








Escrito por Nelo Maestre y publicado por Shackleton en el 2023.

Al autor no le conocía, pero es profesor asociado dentro del Departamento de Didáctica de las Ciencias de la Universidad Complutense de Madrid, así que para hablar de los principios de la lógica y las matemáticas, tiene capacidad de sobra. Además, el título no podía evitar ser similar a la famosa paradoja del barbero de Russell y eso siempre atrae mi atención.

Es un libro muy ameno, con algún momento de dificultad media-baja, pero es que no hay forma humana de hablar de matemáticas sin escribir alguna fórmula (así como de física sí que es más fácil hablar poniendo ejemplos cotidianos). En cualquier caso la dificultad es mínima y nos adentra bastante bien en lo que se entiende en matemáticas como lógica, llega hasta Gödel y sus teoremas (el de completitud y los dos de incompletitud), de cuya demostración hablé un poco al comentar otro libro (éste) y termina con una introducción a Turing (su máquina universal y el famoso test) y Claude Shanon (y la teoría de la información).

Para empezar, comienza hablando de las matemáticas y lo que entiende él que sería una buena definición (y que yo comparto la opinión, de hecho la había defendido hace muchos años cuando todavía internet estaba en pañales), y es que "la matemática es la disciplina que se ocupa de cómo pensar bien; para muchos, el arte de pensar con rigor", aunque también comenta que la palabra viene del griego y significa cosa que se aprende y, obviamente, al hablar de lógica y griegos, pues nos habla de Pitágoras, Aristóteles, ...

Va dando pinceladas de todos los temas que habla, y algunas de ellas son muy curiosas y muchas veces pasan desapercibidas, como que el número 1 no es primo (porque los números primos son aquellos que sólo se pueden dividir por ellos mismo, además de por el uno (por eso cualquier número primo tiene dos divisores)). También nos comenta la forma que tuvo Cantor de definir los conjuntos infinitos: son aquellos en los que se puede establecer una biyección del conjunto total en un subconjunto del total, y de aquí nos lleva hasta la hipótesis del continuo. También habla de los 23 problemas de Hilbert y de su famosa frase: "debemos saber, sabremos", y de una paradoja que siempre me ha resultado muy sorpresiva, que es la de Banach-Tarski.

En fin, un libro que se lee muy rápido (yo me lo he leído en tres tardes), con poca dificultad y que dice cosas muy interesantes, incluyendo las ideas principales de las demostraciones de los teoremas de incompletitud de Gödel (que teniendo en cuenta la dificultad que tienen, está muy bien realizado).

Como siempre, copio un trocito:

""El conjunto de todos los conjuntos que no se contienen a sí mismos" ¿Qué tipo de trabalenguas era ese? ¿Qué estupidez? Y a la vez qué ingenioso y cierto. Si lo único que pedíamos a un conjunto para que existiese era definir de alguna forma los elementos que contenía, esa definición era tan válida como cualquier otra.

Era inútil dar más vueltas al asunto. Él amaba la lógica y ese razonamiento era totalmente lógico, no se podía oponer a él, sólo quedaba asumir el error y enfrentarlo con la dignidad propia de un hombre de ciencia y pensamiento. Tomó su pluma y escribió: "No hay nada peor que pueda sucederle a un científico que descubrir que su fundamentación se ha desplomado justo en el momento en el que ha terminado su obra. Una carta del señor Bertrand Russell me ha colocado en esta posición".

Completó el texto, metió el papel en su bolsillo y se encaminó hacia la imprenta. Había que parar la impresión del segundo tomo de los Fundamentos de la aritmética para incluir al final del libro un apéndice, un par de párrafos de texto, reconociendo que posiblemente todo lo que se contaba en ese volumen y en el tomo primero podría no tener ninguna validez."

Clasificación:

Facilidad de lectura: 2-3

Opinión: 4 (muy ameno e instructivo).

miércoles, 7 de julio de 2021

Introducción a la filosofía matemática




 



Escrito por Bertrand Rusell y publicado por Editorial Losada (Buenos Aires) en 1945, al menos la versión que logré comprar por internet y que antes de leerla yo, la leyó un tal Manuel Francisco da Silva María en 1948 (y ésto lo se, porque hace/hacía lo mismo que yo, que es poner nombre y fecha a los libros que lee). Ojo, el original es de 1919, todo un clásico.

Al autor no hace falta decir que ya lo conocía (lo he mencionado en varios libros anteriores), que además de ser un gran lógico matemático fue un gran filósofo (con premio Nobel de literatura incluido).

Este libro se puede entender como una introducción a su más famosa obra (junto con Alfred N. Whitehead), los Principia Mathematica y, como él mismo dice: "si algún estudioso es inducido por este pequeño libro a un serio estudio de la lógica matemática, se habrá logrado el principal propósito que ha inspirado la publicación de esta obra". Y para que conste en acta, no es, al menos en mi opinión, un libro de divulgación sencillo. Es más, no tengo claro si es un libro de divulgación o un libro para filósofos o matemáticos. En cualquier caso, hay que leerlo con calma y en un entorno relajado (no es un libro para llevar a la playa).

Si un libro habla de lógica, como es el caso, no puede faltar una mención a Giuseppe Peano (que demostró que "toda la teoría de los números naturales podía deducirse de tres ideas primitivas y cinco proposiciones iniciales, agregadas a las de la lógica pura"). Hay muchas definiciones de conceptos matemáticos, como que "un número complejo puede ser considerado y definido simplemente como un par ordenado de números reales". También menciona el mapa de Royce, el teorema de Zermelo. Y hay muchas frases muy buenas para las que hay que tomarse un tiempo de meditación posterior, como: "esto es solo un ejemplo del principio general según el cual lo que nos interesa en la matemática, y en gran parte de las ciencias físicas, no es la naturaleza intrínseca de nuestros términos, sino la naturaleza lógica de las relaciones que los ligan entre sí", y algunas que no hay que pensar tanto pero que si merecen ser resaltadas, como que "la totalidad del cálculo diferencial e integral, y en verdad, prácticamente toda la matemática superior, depende de la noción de límite" (esta frase quería remarcarla, porque estoy totalmente de acuerdo y si alguien quiere estudiar matemáticas debe tener ese concepto muy claro). Menciona por supuesto lo que entiende por clase, por clase de clases, proposiciones, las funciones proposicionales, el axioma del infinito, los tipos lógicos, ... con definiciones que pueden llegar a resultar algo complicadas de entender y que alguna he tenido que leer con lápiz y papel al lado.

Por resumir, son 285 páginas que hay que leer con mucha calma.

Como siempre, copio un trocito:

"La matemática y la lógica, históricamente hablando, han sido disciplinas completamente distintas. La matemática ha estado vinculada a la ciencia, la lógica al pensamiento. Pero ambas se han desarrollado en los tiempos modernos: la lógica se ha vuelto más matemática y la matemática más lógica. Como consecuencia, ahora es imposible trazar una línea divisoria entre ambas; de hecho las dos son una sola. Difieren como un muchacho de un hombre; la lógica es lña juventud de la matemática y la matemática la virilidad de la lógica. Esta manera de ver ofende a los lógicos que, habiendo gastado su tiempo en el estudio de los textos clásicos, son incapaces de seguir un razonamiento simbólico, y a los matemáticos que aprendieron su técnica sin preocuparse de averiguar el significado de la misma o su justificación. Ambos tipos, afortunadamente van siendo cada vez más raros. Gran parte de la producción matemática moderna está evidentemente en los deslindes de la lógica y gran parte de la lógica moderna es simbólica y formal, de manera que el estrecho parentesco que une a la lógica con la matemática resulta evidente para todo estudioso".

Clasificación:

Facilidad de lectura: 4-5 (es un libro para pensar)

Opinión:  2 (ojo, esta valoración es como libro de divulgación, como libro de texto es otra cosa).

jueves, 9 de julio de 2020

La información




















Escrito por James Gleick y publicado por Editorial Crítica en 2012 (el original es del 2012).

Al autor esta vez sí que lo conocía, aunque desde hacía poco, ya que aparece recomendado un libro suyo: "Caos: la creación de una ciencia", en una entrada reciente del blog: ésta. El libro que recomendaban también lo tengo, pero aún está pendiente de leer, que me compré dos al tiempo y éste me llamaba más la atención.

Obviamente, está muy bien escrito y bastante bien hilado. No entra demasiado en detalles técnicos, pero tampoco los esquiva, como podría pensarse de alguien, en principio, no demasiado versado en cuestiones científicas de cierta dificultad (o aparentemente no versado por los estudios que tiene, pero nunca se sabe).

Tal y como indica el título del libro, nos narra la historia y la evolución del concepto de información a lo largo del tiempo, desde los tambores de ciertas tribus en África, hasta las teorías más actuales a la vista de lo que está ocurriendo con la "información" en internet.

Por supuesto, en un libro que hable de información desde un punto de vista científico, la teoría de la información de Claude Shannon juega un papel central ("la teoría de Shannon tendió un puente entre información e incerteza: entre información y entropía; entre información y caos"). Comenta también lo que se entiende por límite de Shannon. Detalla un comentario de John Robinson Pierce (el ingeniero de Bell Labs que se había inventado el término "transistor"): "cuesta imaginar el mundo antes de Shannon como lo veían los que vivían en él. Resulta difícil recuperar la inocencia. la ignorancia y el desconocimiento". Da multitud de definiciones de lo que se entendía por información: "la información es incertidumbre, sorpresa, dificultad y entropía". Por cierto, que de entriopía se habla bastante y hay una frase muy buena: "La entropía se convierte así en un equivalente físico de la probabilidad: la entropía de un macroestado determinado es el logaritmo del número de sus microestados posibles".

Pero habla de muchas otras curiosidades por el camino, como la "máquina analítica" de Charles Babagge (y su coincidencia con Ada Byron, condesa de Lovelace), el cumplido que le hizo Bertrand Rusell a George Boole: "La matemática pura fue descubierta por Boole en una obra que tituló las Leyes del pensamiento)". Un comentario de Thomas C. Fry: "El matemático tiende además a idealizar cualquier situación a la que se enfrenta. Sus gases son "ideales", sus conductores "perfectos", sus superficies "lisas". A eso le llama "ceñirse a lo esencial". Es probable que el ingeniero diga que es "ignorar los hechos"".

Comenta la demostración de Gödel de que un sistema formal coherente tenía que ser incompleto (y llega hasta indicar que un número no computable es, efectivamente, una proposición indecidible (Turing)). Menciona, hablando de Kolmogórov, su libro "Fundamentos de la teoría de la probabilidad" (un clásico de las matemáticas modernas), así como su definición de complejidad: "la complejidad de un objeto es el tamaño del programa de computadora más pequeño que se necesita para generarlo". También, como curiosidades, menciona muchos tipos de números (la mayoría desconocidos por mi), como los números de Leyland, los de Carmichael, los de Zeisel, ...

Y también habla de la información desde un punto de vista biológico y, como no podía ser de otra forma, menciona el libro de Schrödinger: "¿qué es la vida?" (que por cierto a ver si me lo devuelven y lo comento en el blog), y de muchos otros biólogos y químicos, como Watson y Crick. Y de otro tipo de evolución iniciada por Dawkins y sus "memes" (o replicadores incorpóreos). Hablando de memes, pone un comentario de H.L.Mencken: "Morir por una idea es indudablemente algo muy noble, ¿pero cuán más noble sería que los hombres murieran por ideas que fueran verdad".

Por resumir, un libro de 434 páginas, que se leen de forma muy tranquila, pero que dan, valga la redundancia, mucha información, por lo que merece la pena leerlo con calma.

Esta vez, para variar, voy a copiar dos trocitos que no tienen nada que ver entre ellos, pero hay uno que me ha gustado especialmente:

"Por fin Carrington aprendió a tocar el tam-tam. Tocaba principalmente en kele, una lengua de la familia del bantú hablada en el oeste de lo que actualmente es el Zaire. "En realidad no es un europeo, a pesar del color de su piel", dijo hablando de Carrington un habitante del poblado de Lokele. "Era uno de nuestro poblado, era uno de nosotros. Cuando murió, los espíritus se equivocaron y lo enviaron lejos de aquí, a un poblado de blancos, para que entrara en el cuerpo de un niño que había nacido de una mujer blanca, en vez de nacer de una de nuestras mujeres. Pero como nos pertenecía a nosotros, no podía olvidar de dónde era y volvió". Y el nativo añadía generosamente: "si va un poquillo atrasado con los tambores es debido a la poca educación que le dieron los blancos".

"Como decía Chaitín. "Dios no solo juega a los dados en la mecánica cuántica y en la dinámica no lineal, sino incluso en la teoría elemental de los números".
He aquí algunas de sus enseñanzas:
  • La mayoría de los números son aleatorios. Sin embargo, son muy pocos los que puede demostrarse que son aleatorios.
  • Un flujo caótico de información puede ocultar, sin embargo, un algoritmo sencillo. Trabajar en sentido inverso yendo del caos al algoritmo puede ser imposible.
  • La complejidad de Kolmogórov-Chaitin es a las matemáticas, lo que la entropía a la termodinámica: el antídoto contra la perfección. Del mismo modo no podemos tener máquinas de movimiento perpetuo, no puede haber sistemas axiomáticos formales completos.
  • Algunas realidades matemáticas son verdaderas sin motivo alguno. Son accidentales, carecen de causa o de significado profundo."

Clasificación:
Facilidad de lectura: 1-2
Opinión: 4-4.5.

miércoles, 17 de junio de 2020

Dédalo e Ícaro




















Publicados los originales en 1923, yo tengo una edición de los dos libros en uno sólo, del 2005 de krkediciones.com dentro de la colección "pensamiento".

Reconozco mi incultura, porque cuando lo vi pensé que era un libro escrito entre los dos autores, y resulta que un libro lo escribió el bioquímico John B.S.Haldane: "Dédalo o la ciencia y el futuro", mostrando optimismo sobre el futuro, y rápidamente le contestó el filósofo y matemático Bertrand Russell con su obra: "Ícaro o el futuro de la ciencia", dando una visión bastante menos optimista sobre lo que nos espera. De Bertrand Russell tengo otro libro pendiente de leerme: "Introducción a la filosofía matemática", todo un clásico del que tengo un ejemplar de 1945.

La edición que tengo, tiene una introducción muy buena de Carlos López Otín, que además nos sitúa un poco al darnos datos de la vida de los dos autores.

Los dos libros intentan darnos una visión del posible futuro desde la perspectiva de dos científicos (aunque Russell se llevase el premio Nobel de literatura de 1950), ambos pacifistas y ambos de izquierdas, aunque uno tiraba más hacia la URSS que el otro (por mucho que luego renegase de los métodos rusos). Como las ideologías políticas eran similares, algunas de las ideas sobre el futuro se desarrollan de forma parecida, aunque acaban de maneras muy distintas (el caos aplicado al futuro, jeje). En sus elucubraciones hacen referencias a multitud de autores y comentan algunas de las ideas que tuvieron otros sobre el futuro que se acercaba (y que en mucho casos ya había quedado atrás). Por ejemplo, Haldane comenta que H.G.Wells en 1902 en su libro Anticipations expresó su opinión de que en 1950 habría máquinas voladoras más pesadas que el aire que podrían tener un uso práctico en la guerra (y ocurrió unos cuantos años antes incluso). Habla de que si la hipótesis de los quanta llega a adaptarse, aún serán necesarias alteraciones de nuestro pensamiento más radicales (como finalmente ocurrió y nos volvimos todos locos con la mecánica cuántica). Comenta que el descubridor físico o químico es siempre un Prometeo (no ha habido invención alguna desde el fuego al volar, que no haya sido recibida como un insulto a algún dios), Da algún dato curioso de su época, como que la edad media de vida (sin contar la guerra) era de cuarenta años. Por su parte Russell dice bastantes cosas con lo que estoy totalmente de acuerdo, como que: "cuando llegue ese momento, tendremos las emociones que deseen nuestros gobernantes y el principal cometido de la educación elemental será producir la disposición deseada" (¿os suena de algo con lo que está pasando en muchos países?).

Por resumir, dos libros con un total de 132 páginas (en versión de bolsillo) sin ninguna fórmula matemática, que se leen en un tarde (y esta vez no exagero, que es lo que he hecho yo) y que merece la pena leer.

Esta vez, voy a copiar dos trocitos, uno de cada autor:
De Haldane:
"Para resumir, la ciencia está hasta ahora enredada en sus cosas y podemos predecir poco del futuro, excepto que la cosa que no ha sido es la cosa que será; que no hay creencias, valores o instituciones que sean seguros. Lejos de ser un fenómeno aislado, la última guerra es sólo un ejemplo de los destructores resultados que pueden esperarse constantemente del progreso de la ciencia. El futuro no será un camino de rosas."

De Russell:
"Hay quienes creen que tenemos nuestras viviendas demasiado caldeadas para la salud, otros que demasiado frías.  Si fuera una cuestión política, un partido sostendría que la mejor temperatura es el cero absoluto, otro que el punto de fusión del hierro. Quienes mantuvieran cualquier posición intermedia serían motejados de timoratos oportunistas, agentes camuflados del otro bando o personas que destrozan el entusiasmo por una causa sagrada con tibias llamadas a la mera razón. Quienquiera que tuviese el valor de decir que nuestras viviendas no deberían estar ni demasiado calientes ni demasiado frías sería vituperado por ambas partes y probablemente arrojado a tierra de nadie. Acaso algún día la política se haga más racional, pero no hay por ahora el más leve signo de cambio en esa dirección". (y yo anoto: eso sí que es ver el futuro).

Clasificación:
Facilidad de lectura: 1
Opinión: 4-5