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miércoles, 28 de mayo de 2025

Nuestro universo matemático

 

Escrito por Max Tegmark y publicado por Antoni Bosch editor en 2014 (el original es del 2012).

Esta vez tengo que volver a reconocer que al autor no lo conocía de nada, pero con el título y la portada del libro con la frase de Michio Kaku "Audaz, radical, innovador. Trastoca las reglas del juego" tengo que reconocer que me han ganado y estaba obligado a leerlo.

Coincido con Michio Kaku en que el libro cambia la perspectiva que solemos tener sobre el universo en el que vivimos. En lugar de preguntarnos, como hizo Paul Wigner, ¿por qué las matemáticas explican tan bien nuestro universo?, el autor lo que defiende es que el universo "es matemáticas" y por eso no debería sorprendernos que las matemáticas lo expliquen.

Por supuesto, su argumento lo desarrolla y lo defiende bastante bien, incluso explicando por qué muchos físicos no están de acuerdo con él. Va explicando paso a paso por qué cree que hay multiversos de distintos tipos, desde el I al IV, explicando también lo que entiende por "estructura matemática" (en la página 160 hay un cuadro resumen bastante útil). Es verdad que así dicho, lo de los multiversos no suena muy científico, pero tal y como va desarrollando cada tipo, las cosas tienen su lógica (desde los multiversos originados por la inflación hasta los supuestos multiversos originados por el colapso (o no) de la función de onda). Un punto de vista diferente, desde el mismo comienzo del libro cuando dice, citando a Darwing: "siempre que usemos tecnología para atisbar la realidad más allá de una escala humana, fracasará la intuición que hemos desarrollado en la evolución" (como bien hemos podido comprobar en escalas muy grandes (relatividad) y en escalas muy pequeñas (cuántica).

Mientras desarrolla sus ideas va mencionando temas que nos deberían sonar (como los espacios de Hilbert) y muchos que, al menos a mi no me sonaban demasiado, como la tomografía en 21 centímetros, el supuesto de automuestreo fuerte (muy relacionado con el principio antrópico), el argumento del día del juicio final, y muchos otros términos técnicos, pero mezclados con bastante humor (incluyendo muchas referencias a la famosa "guía del autoestopista galáctico") y citas de otros científicos, como una de Roger Penrose que dice: "probablemente hay más posturas distintas ante la mecánica cuántica que expertos . Esto no es incoherente, puesto que algunos físicos cuánticos defienden distintas concepciones al mismo tiempo".

Por resumir, un libro de 451 páginas que hay que leer con calma (hay algunos capítulos densos), pero que merece la pena, aunque sólo sea por ver un enfoque diferente ante los problemas conceptuales en nuestro intento de explicar el universo. También menciona el Instituto de Preguntas Fundamentales (creado por él y Anthony Aguirre), al que habrá que echar un vistazo con calma.

Como siempre, copio un trocito (iba a poner otro, pero este me ha parecido muy actual, a pesar de estar escrito en el 2012):

"Sin embargo, el breve siglo en el que vivimos seguramente es el más trascendente de toda la historia de este universo: el siglo en el que se decidirá el sentido de su futuro. Tendremos la tecnología necesaria tanto para autodestruir como para diseminar la vida por el cosmos. La situación es tan inestable que dudo que podamos seguir en esta encrucijada más de un siglo más. Si acabamos tomando la senda de la vida y no la de la muerte, entonces, en un futuro lejano, este cosmos rebosará de vida con un único origen: lo que hagamos aquí y ahora. No tengo ni idea de cómo nos imaginarán, pero estoy seguro de que no nos recordarán como insignificantes".

Clasificación:

Facilidad de lectura: 3 (hay partes que hay que leer con calma).

Opinión: 3-4 (merece la pena leerlo aunque sólo sea por la originalidad)

jueves, 27 de enero de 2022

Los conejos de Schrödinger

 

Escrito por Colin Bruce y publicado por Biblioteca Buridán creo que en 2008 (el original es del 2004).

Al autor no lo conocía, pero echando un vistazo al libro, comprobé que era físico y que trabajaba como investigador para la ESA, con lo cual, podía merecer la pena echar un vistazo al libro.

El título ya deja claro de lo que va el libro, pero por si alguien está despistado, el subtítulo lo deja claro: "física cuántica y universos paralelos". Y cuando se habla de universos paralelos, obviamente, menciona a Hugh Everett III.

El libro, como ocurre muchas veces cuando se habla de mecánica cuántica, es "algo" denso de leer y no va a ser de los que recomiende leer de un tirón, ni en la playa con ruido de fondo. Hay que leerlo con tranquilidad, que tiene algunas partes con un poco de complejidad (aunque sin ninguna fórmula).

Nos hace una pequeña introducción al surgimiento de la mecánica cuántica, a la interpretación de Copenhague, a la localidad (que explica de forma muy simple como "las cosas se influyen mutuamente sólo cuando están muy cerca unas de otras"), al entrelazamiento, al colapso de la función de onda, a la decoherencia y a los términos habituales de la mecánica cuántica y explica lo que se entiende por la interpretación de los muchos mundos y ahí entra en lo que aporta y lo que soluciona ese punto de vista y los problemas que plantea. Pero además de lo que viene siendo habitual (pero no por ello sencillo de entender), también menciona otros conceptos, como lo que es el efecto Compton, el experimento Elizur-Vaidman, el algoritmo de Shor (para la descomposición en factores primos), la paradoja EPR, lo que son los espacios de Hilbert, vamos, conceptos que también aconsejan una lectura con calma.

Dedica los últimos capítulos a comentar las opiniones de otros físicos (algunos a favor de la interpretación de los universos paralelos y otros contrarios a ella), como Lev Vaidman, David Deutsch, Julian Barbour (y su libro "the end of time"), Murray Gell-Mann, James Hartle, Roger Penrose, Anton Zellinger, ..., con lo cual no actúa como un fanático de la teoría de los muchos mundos, sino como un científico, exponiendo los datos, aunque él se manifieste un defensor de la misma. Pero menciona muchos más nombres célebres, como Von Neumann (y su libro "Fundamentos matemáticos de la mecánica cuántica", que es todo un clásico, pero de nivel técnico), David Bohm (y su libro "La totalidad y el orden implicado", que tengo pendiente de leerme) y, por supuesto, "La guía del autoestopista galáctico" que también es un clásico, aunque de otro estilo.

Resumiendo, un libro de 273 páginas que hay que leer con calma y sosiego.

Como siempre, copio un trocito:

"Desde las primeras pruebas atómicas realizadas en la década de 1940, todo el acero producido en la Tierra ha resultado ligeramente contaminado por las partículas radioactivas presentes en al atmósfera, que inevitablemente acaban en los altos hornos debido a las enormes cantidades de aire necesarias para la combustión. Cuando los científicos necesitan acero totalmente libre de núcleos radioactivos, lo obtienen de una fuente sorprendente. Después de la Primera Guerra Mundial, la flota naval alemana fue hundida cerca de la bahía de Scapa Flow, en Escocia, el gigantesco puerto natural donde tenía habitualmente su base la flota británica, la British Gran Fleet. Cuando se necesita acero no radioactivo, los submarinistas se sumergen en las profundidades de la bahía y cortan trozos de acero de la época preatómica  de los barcos de guerra hundidos, que, afortunadamente, constituyen un inmenso depósito de esa clase de material."

Clasificación:

Facilidad de lectura: 3-4 (algunas partes son complejas)

Opinión: 3

miércoles, 29 de agosto de 2012

Solos en el Universo



















Escrito por John Gribbin y publicado por Pasado&Presente en el 2012.

He aprovechado este verano para descansar de lecturas complicadas, así que me he leído tres libros de ciencia ficción (¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? De Philip K. Dick, Guía del autoestopista galáctico de Douglas Adams, que ya he comentado en alguna ocasión al referirme a la película del mismo nombre, y 3001 Odisea Final de Arthur C. Clarke) y uno de divulgación científica, que es el que voy a comentar aquí. 
El titulo completo del libro es Solos en el Universo, el milagro de la vida en la Tierra. El título ya nos indica que el autor no está muy convencido de la existencia de vida inteligente en nuestra galaxia al margen de la nuestra (sin entrar en discusiones sobre lo que se considera inteligencia) o al menos de civilizaciones tecnológicas tal y como las entendemos. Pero hay que decir que no es el único, ya que cuando alguien dice algo parecido siempre sale la famosa paradoja de Fermi (¿dónde están todos?) a colación. 
Por supuesto, que no es un charlatán que lo comenta sin darnos razones bastante sólidas en sus argumentaciones. Lo primero que hay que indicar es que se centra en nuestra galaxia y no en todo el Universo, ya que si el Universo es infinito (o si existen infinitos Universos), cualquier cosa remotamente posible acabará ocurriendo en algún lado, y eso implica la existencia de más mundos con civilizaciones tecnológicas avanzadas.
Para desarrollar sus ideas, habla de la creación de las galaxias, de las estrellas, del sistema solar y finalmente de los planetas. Dentro de las estrellas, explica por qué no todas las estrellas son capaces de albergar planetas habitados y qué hace tan especial a nuestro sol (incluye muchos detalles, como la metalicidad del sol). De los sistemas planetarios indica tanto la formación de los mismos, como la posible composición y número de planetas, y la tremenda importancia de los distintos planetas que acompañan a la tierra (incluida la luna) y que han hecho posible que se desarrollara la vida y posteriormente la vida inteligente. Sobre el desarrollo de la vida, discute varias posibilidades, y un tema del que yo no había oído hablar, y que es bastante interesante, como es el de la explosión del Cámbrico (al que dedica un capitulo entero, el 7).
Obviamente, cuando se trata un tema como este, todo son especulaciones, pero cuando las especulaciones están apoyadas por estudios científicos, merece la pena leerlas.  Introduce muchos datos de los que ya hemos comentado algo, como la ecuación de Drake y otros de los que no hemos comentado nada, como la importancia de la tectónica de placas en la vida en nuestro planeta (sobre lo que tengo que reconocer nunca había meditado mucho), el cinturón de Kuiper, la nube de Oort. También salen opiniones de gente que merece la pena leer, como James Lovelock, Francis Crick, etc …
En definitiva, 282 páginas que me he podido leer en la playa (a pesar de los gritos de los niños correteando por ella) y que han sido muy instructivas.
Como siempre, copio un trocito:
“Las pruebas geológicas nos indica que, a lo largo de la mayor parte de la historia de la Tierra, el promedio de impactos causados sobre nuestro planeta por objetos de al menos 10 kilómetros de anchura es de uno cada cien millones de años. Un impacto de esta magnitud fue el que contribuyó a la muerte de los dinosaurios, hace 65 millones de años. Pero si Júpiter no hubiera estado en la zona para limpiar primero buena parte de los escombros originales del Sistema Solar y luego protegernos de objetos como el Shoemaker-Levy 9, estos impactos habrían sucedido cada 10.000 años, no cada cien millones de años. Se hace difícil pensar que en estas circunstancias la vida animal hubiera podido evolucionar, y ya no digamos desarrollar inteligencia y una civilización tecnológica”.
Clasificación:
Facilidad de lectura: 1
Opinión: 4 (una lectura muy entretenida).