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lunes, 15 de noviembre de 2021

¿Está usted de broma, Sr. Feynman?











Escrito por Richard P. Feynman y publicado el original en 1997, aunque la versión que yo me he leído es la tercera edición publicada en 2018 por Alianza editorial.

La versión que tengo es una recopilación llevada a cabo por Ralph Leighton, con un prólogo de Bill Gates; que es la misma que la de la foto. Forma parte de los tres libros que me han regalado este año y que me estoy leyendo seguidos (al anterior, éste y el siguiente que me estoy leyendo ahora).

Del autor creo que no puedo decir mucho más que lo que dicen en el link que he puesto, pero, por si acaso hay algún despistado, diré que es uno de los mejores físicos de todos los tiempos y, además, todo un personaje (llegando a "salir" incluso en la serie The Big Bang Theory más de una vez, incluyendo cuando queman su famosa furgoneta).

El libro no es de divulgación científica. Es más bien del estilo de otro que comenté con anterioridad (éste) en el que lo que hay son anécdotas contadas en primera persona de algunas de las cosas que le pasaron a lo largo de muchos años, y contadas desde su punto de vista, que siempre resulta curioso. Antes de seguir con el libro, tengo que decir que yo le cogí un especial cariño al personaje (a él no, que no llegué a conocerlo) a través de un libro de Leonard Mlodinow que se llama "El arcoíris de Feynman" y que merece la pena leerlo. De hecho, Feynman cuenta en este libro una anécdota muy parecida a una que cuenta Mlodinow en el suyo sobre lo que esperan de ti los demás y lo que te hace sentir eso.

También tengo que recomendar (para los que sepan algo de inglés, no hace falta que sean bilingües) y que quieran algo con más nivel técnico, que le echen un vistazo a los vídeos sobre sus famosas Lectures on Physics (o si lo prefieren que le echen un vistazo al libro, también en inglés).

Sobre este libro es muy difícil comentar nada en particular, porque son multitud de anécdotas contadas de forma muy ocurrente y en las que se habla de muchos temas distintos (algunos militares, algunos burocráticos, otros docentes, otros de investigación, ...) llegando a hablar incluso del Códice de Dresde. Ante esta dificultad, y en lugar de hacer como siempre y copiar sólo un trocito, voy a copiar un par de comentarios suyos para que os podáis hacer una idea de las cosas que se tratan y cómo las trata, no sin antes decir que era una persona bastante modesta que no se tenía a sí mismo como muy espabilado (aunque lo fuese): 

"Bohr le comentó a su hijo: "¿Te acuerdas del nombre de aquel tipo insignificante que estaba en el rincón? Es el único que no me tiene miedo, y el único que me dirá si lo que he pensado es una bobada. Así que la próxima vez, cuando tengamos la necesidad de analizar ideas, no podemos hacerlo con esos que no hacen más que decir sí, sí, Dr. Bhor. Echa mano del chico ese, y hablaremos primero con él".

Siempre he sido torpe en ese aspecto, Nunca he tenido conciencia de con quién estaba hablando. Siempre he estado preocupado por la física. Si la idea me parecía una porquería, sin el menor tacto decía que era una porquería. Y si me parecía buena, decía que era buena. Sencillo. Siempre he vivido de ese modo. Es bonito, es agradable, si se puede hacer. He tenido en mi vida la suerte de poder hacerlo"

"Lo verdaderamente importante no son los bienes, sino la capacidad científica, técnica y económica necesarias para crear bienes" (a ver si algún político capta la idea).

"Quisiera añadir algo que no es esencial para la ciencia, pero de lo que yo sí estoy convencido, y es que no se debe engañar a los legos cuando uno habla como científico". Sobre la honestidad de los científicos habla bastante refiriéndose a resultados experimentales y cómo deben entenderse.

"Había en esa conferencia un montón de tontos, de tontos pedantes, y los tontos pedantes me crispan. Los tontos corrientes no tienen nada de malo; se les puede hablar, se les puede ayudar a salir de su situación. Pero a los tontos pedantes, a esos tíos que son imbéciles y que se dedican a disimularlo a base de impresionar a la gente haciéndoles ver lo maravillosos que son mediante simple palabrería... ¡A esos no puedo aguantarlos! Un tonto ordinario no es un estafador; un tonto ordinario no es más que eso, un tonto. Y ya está. ¡Pero un tonto deshonesto es algo terrible! Y eso es lo que me encontré en la conferencia, un montón de tontos presuntuosos que me sacaron de mis casillas. No estoy dispuesto a dejarme enojar de ese modo nunca más, así que no volveré a participar en conferencias interdisciplinares jamás."

Por resumir, un libro de 408 páginas con mucho sentido del humor, que se leen de un tirón si se tiene tiempo y sino, con total relajación, que son anécdotas que no están demasiado relacionadas unas con otras (aunque sí que lo están un poco y por eso están detalladas en cinco capítulos distintos).

Clasificación:

Facilidad de lectura: 1

Opinión: 4 (para la gente que le interesen las opiniones de este genio de la física, pero no es un libro de divulgación científica al uso).